Desesperada

Hola a todas
Necesito vuestra ayuda porque estoy desesperada.
Tengo un bebé de ocho meses y una semana que es terriblemente guerrero, está constantemente con el berrido preparado para soltarlo a la primera de cambio.
Sus tres primeros meses de vida fueron agotadores, no dormía en todo el día mas que alguna siesta que no pasaba de diez minutos que nos pasábamos asegurándonos de que se había dormido y cuando creíamos que por fin si, ya se había despertado. Un día estuvo despierto desde las seis de la mañana hasta las cuatro de la tarde. El tiempo que pasaba despierto era un no parar de protestar, todo el rato tenían que ser brazos y encima de pie porque si te sentabas otra vez a llorar. Cuando lo bañábamos a las ocho de la noche y le daba la última toma nos costaba un par de horas que se durmiera, acunándolo en brazos y sujetándolo el chupete hasta que se dormía. Por la noche en cambio enseguida se volvía a dormir después de comer, pero es que también las tomas eran eternas. Por si alguna se lo pregunta no tenía ni gases ni nada parecido.
Desde los tres meses, coincidiendo con el cambio a su habitación, empezó a dormir solo de un día para otro, el segundo día le dejamos despierto en su cuna y se durmió sin más. Además empezó a hacer tres siestas, se duerme a las dos o tres horas de estar despierto y suele dormir una hora u hora y media. A los cinco meses ya dormía por la noche once horas del tirón.
Sin embargo lo de llorar es algo que no se ha corregido.
Un día cualquiera se suele despertar alrededor de las nueve, le levanto, le hago mimitos, le quito el pañal, llora, le cojo, calla, le pongo en el orinal, llora, calla, hace caquitas, le tumbo otra vez en el cambiador, llora, le cambio, llora, le cojo, calla, bajamos a la cocina, le pongo en la trona, llora mientras le preparo el biberón, calla mientras se lo doy, pero si se lo quito tres segundos para agitarlo porque se ha taponado la tetina, a llorar, le dejo un rato en la trona jugando con algo mientras desayuno, como enseguida se cansa le quito de la trona y le llevo a su mantita donde tiene todos los juguetes para jugar un rato con él, juega un rato pero hay que estar todo el tiempo con él si me voy un segundo se pone a llorar, y si tiene mal día no quiere entretenerse con nada y pataleta va pataleta viene . Esta rutina se puede repetir cuatro veces diarias, por las mañanas y después de cada siesta. Además llora en cualquier otro momento, cuando le pones el abrigo, cuando le sientas en el grupo 0 para montarlo en el coche, cuando ya le has puesto en el coche llora mientras vas corriendo a montarte.
Ahora le hemos comprado un parque para ponerlo algún momento, ya que no para de moverse y era un peligro porque se iba a por los cajones, los radiadores, las plantas y era un no parar para intentar controlarlo sin conseguirlo, pues algún rato se queda jugando, pero la inmensa mayoría de las veces se pone a llorar y no se calla hasta que no lo sacamos, porque Llorando tienen un aguante increíble, hemos probado un par de veces a dejarle llorar para que se acostumbre a no conseguirlo todo a base de lágrimas y terminamos cediendo porque nos subimos por las paredes.

Estoy desesperada, no sé qué hacer y esto no me parece normal, porque él debería darse cuenta de cosas como que al ponerse el abrigo va a la calle y eso es divertido, o que si le quito el biberón mientras come para agitarlo debería saber que enseguida se lo voy a volver a dar, o que cuando estoy trasteando con el bote de leche y el biberón es porque le voy a dar de comer y no hace falta que siga llorando. Antes nos pasábamos el día cantando una canción detrás de otra con el fin de llamar su atención y distraerlo de sus rabietas mientras le cambiábamos o le preparábamos el bibi, pero hoy me he fijado que sin darnos cuenta hemos dejado de hacerlo, porque no servía para nada, él berreaba a pleno pulmón.
Por lo demás es un niño con un desarrollo completamente normal, muy simpático y risueño cuando todo está a su gusto, pero esa costumbre de protestar tanto y ser tan exigente, que no da ni un solo respiro nos está desquiciando, especialmente a mí, he pedido excedencia para cuidar de él y no lo estoy disfrutando nada, vivimos en un permanente estrés intentando anticiparnos a sus berrinches y nos está repercutiendo en nuestra relación de pareja, estamos permanentemente con los nervios de punta y es un infierno un día tras otro así.
Uf, me he enrollado muchísimo, lo siento.
Pensaréis que soy una madre horrible, pero os aseguro que le adoro y daría la vida por él.
Si alguien ha leído hasta aquí le doy mil gracias por la atención, necesitaba desahogarme. Estoy cansada de llorar y contarlo me ha servido para soltar un poco de tensión.
Muchas gracias a todas y disfrutad mucho de vuestros bebés.