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Iba a ser madre adolescente...

K
keiko_6430060
20/7/16 a las 10:23

No quiero que se me juzgue, lo cual creo que es casi imposible. Tengo 18 años, y una vida por delante, o al menos se supone... Admito, que los últimos años, no han sido muy buenos. Terminé bachiller a duras penas, y luego me tomo un año para mí, pues no sabía que quería hacer con mi vida... En ese intervalo, conocí un chico, la verdad es que dejaba muchas cosas que desear, pero yo estaba a gusto con él, me expresaba sin miedo a ser juzgada, y aunque igual fue breve, hubo amor... Yo, no veía en él algo a largo plazo, yo sabía que no sería con quien me casase o tuviese hijos, pero a veces la vida es así, supongo... ¿Por qué, que sabré yo con 18? Nada. Yo utilizaba las píldoras anticonceptivas, pero algo pasó, y acabe embarazada, cuando lo supe, estaba lejos de él. Fue algo horrible, no dejaba de llorar y no sabía qué hacer, se lo conté a mi madre, que reaccionó fatal, me dijo que lo más viable era no tenerlo, pero yo no quería escuchar nada, sabía las opciones que tenía y no necesitaba que me las recordasen. Estaba tan asustada. Iba a empezar la Universidad, y quería hacer tantas cosas... Quería ser una cría de 18 normal, que saliese de fiesta, que bebiese, que tuviese un par de novio más, que terminase sus estudios, que se comprase el primer coche con su trabajo veraniego... Solo una persona que ha estado en la misma situación sabe lo que es, cuando me enteré, en un segundo, pensé desde el tipo de familia que daría a mi hijo, hasta como le llamaría... Yo tenía tanto miedo... En mis padres encontré personas incondicionales. Pensamos hasta el tipo de vida que llevaríamos con un niño, incluso empezamos los preparativos para ello. Veía a la vez en mis padre personas tan decepcionadas... Yo me sentía tan fracasada... En mi primera visita al ginecólogo, me explicaron todo, desde las opciones que tenía, hasta los cuidados que debía llevar. No mentiré, me empecé a ilusionar, y no solo yo, veía a mis padre una casi inexistente ilusión, pero que ahí estaba, en mis familiares cercanos igual, incluso en los lejanos. Por supuesto que cuando se enteraban, sentían pena por mi, me miraban con tristeza, y me daban "consejos". Y aquí aclaró algo, no son consejos, si al que se aconseja, no los pide. Y a las personas que pasen por una situación similar, solo tus padre son incondicionales, y solo ellos te darán su consejo más sincero, fiel y leal. Yo seguía asustada, y a mi edad, no me veía cambiando pañales, ni dando el pecho, y mucho menos ser el apoyo de alguien, cuando yo aún dependo prácticamente en todos los sentidos de mi madre. Y yo solo podía pensar que no sería buena madre... Que el niño que venía tendría tantas carencias... Que le harían falta tantas cosas que yo no podría darle, que con los años me sentiría tan culpable, tenía tanto miedo a luego ver a ese niño y ver simplemente algo que me impidió hacer todo lo que quería hacer... 
Por su parte el padre resultó ser un cabrón, se portó mal, y se desentendió del tema, incluso dudo de mi, pero no me dolió, en el fondo me lo esperaba. 
Yo tenía claro que si tenía ese niño, jamás le hablaría mal de  su padre, que él siempre sabría quién es, y que con los años, quizás llegaría a entender su actitud... Él también estaba asustado, la diferencia es que él se podía permitir ser egoísta, yo no. 
A las dos semanas de enterarme, con 6 semanas, decidí no continuar con el embarazo, no es una decisión fácil, es con diferencia la decisión más difícil que he tomado.
Pero os intentaré explicar mis motivos. Tenía miedo, a que naciese y no tuviese una madre que le quisiese, a que le mirase con algo de desprecio, a que dejará  tanto que desear... Tenía miedo a que genéticamente el padre fuese más fuerte que yo, y no me refiero al físico del niño... Tenía miedo a cómo reaccionaría mi entorno.
Un niño tiene que venir bajo unas condiciones. Tiene que venir cuando tengas algo que ofrecer,que sea tuyo, con un trabajo estable, y mucho amor. Una pareja al lado, que se alegre con la noticia, que te consienta con antojos, que te acompañe a las ecogafrías y que te de la mano en el parto. Dentro de un entorno lleno de amor. Cuando hayas vivido todo lo que tenías que vivir. Cuando no tengas miedo y tampoco llores desconsoladamente con la noticia, cuando estés preparada.
No es fácil, pero cuando una persona decide no ser madre, tiene sus razones, y no hay que juzgar, yo siempre fui la primera que juzgaba por ello, que pensaba como la gente podía ser tan tonta como para quedarse embarazada tan jóven, que habían tantos métodos. Desgraciadamente nunca se sabe lo que vive una persona en estas situaciones, y uno solo se limita a juzgar, yo pensé que jamás me vería envuelta en una situación así. 
Cuando haces algo así, es cuestión de perdonarse a uno mismo. La vida que estaba dentro de mi, no ha sido en vano, me ha enseñado muchas cosas, que igual en otra circunstancia no hubiese podido aprender. Yo he cambiado, ha cambiado mi forma de ver la vida, no quería ser madre, ahora sí. Pero seré madre bajo mis circunstancias, cuando tenga tanto que ofrecer, tanto amor, tanto cariño, una familia, felicidad. Cuando sea madura como para que alguien dependa de mi. No mentiré, me siento culpable, miserable y siento que no merezco nada; pero también sé que el tiempo pasa, que las heridas sanan, y que algún día, cuando sea madre, me sentiré orgullosa.
No fue fácil, pero sigo pensando que un niño, no debe venir en esas condiciones.

Juzgar si queréis, solo cuento mi experiencia, para que si puede ser ayude a alguien. 

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