Foro / Maternidad

Merece la pena leerlo.

Última respuesta: 29 de marzo de 2004 a las 21:23
A
amalya_5661952
29/3/04 a las :57

Las causas de la infertilidad
Análisis sobre la esterilidad

- Cuando los dos miembros de la pareja son normalmente fértiles, la tasa de concepción espontánea (posibilidad de quedarse embarazada) oscila entre un 15 y un 20%. Si haces el amor sin contracepción en periodo de fecundación, tienes 1 posibilidad entre 4 y 6 de quedarte embarazada.

- La Organización Mundial de la Salud, considera que una pareja es estéril o infecunda "si ninguna concepción ha tenido lugar tras mantener relaciones sexuales sin protección durante dos años".

- La fertilidad o fecundidad se define como la aptitud de concebir. Por lo tanto, una pareja es considerada como fértil o fecunda si ha conseguido un embarazo. En caso contrario, se la considera infértil o infecunda y se habla de infertilidad.

- La fecundabilidad es la probabilidad mensual de concepción en ausencia de contracepción. En una población de menos de 35 años, suele ser de un 25%, aunque puede ser muy variable. Cuando esta probabilidad es nula, se habla de esterilidad (incapacidad total de concebir de manera natural).

- La fecundabilidad varía en función de la fecha en que se hayan mantenido relaciones sexuales en el ciclo menstrual. Es máxima en el momento de la ovulación, es decir, como media entre el día 13 y el día 15 del ciclo (1 día = 1 día de menstruación) para un ciclo de 28 días.
- La infertilidad de origen femenino suelen representar entre el 33 y el 36 % de los casos.
- La infertilidad de origen masculino representan el 20 % de los casos.
- La infertilidad de origen mixto afectan a un 39 % de los casos.
- A pesar de que la ciencia haga enormes avances, entre un 10 y 15 % de los casos no se encuentran las causas
Cada año en España, nacen unos 3000 niños por inseminación (esperma de un donante), 4000 ven el día gracias a una FIV (fecundación in vitro).
-Las posibilidades de obtener un embarazo por inseminación artificial (IAC) es de entre un 10 y un 15 % por ciclo. Para ello, son necesarias varias tentativas. Los embarazos múltiples son frecuentes : más o menos un 15 % acaban con el nacimiento de gemelos y un 5 % con trillizos.
-Las posibilidades de obtener un embarazo gracias a una FIV es de un 20 y 25 %. Sin embargo, entre un 20 y un 25 % no llegan a término o sufren aborto espontáneo.
-Los resultados de la inyección de los espermatozoides (ICSI) son idénticos a los de la FIV.
Las causas femeninas
Es la causa más frecuente de infertilidad femenina. La ovulación puede estar totalmente ausente (anovulación) o presente pero de mala calidad (disovulación). Este fenómeno se traduce por la ausencia de producción de un ovocito fecundable. Las alteraciones de la ovulación pueden ser debidas a un disfuncionamiento de los ovarios o de las estructuras glandulares y cerebrales que controlan su actividad.


Las trompas pueden estar obstruidas o alteradas, impidiendo el encuentro entre el ovocito y los espermatozoides. Y pueden obstruirse debido a una infección genital o una causa congénita. A parte de su implicación en la infertilidad, también pueden ser las causantes de un embarazo extra-uterino.

El flujo o moco cervical puede ser segregado de manera inadecuada (cantidad, calidad, pH). Estas anomalías pueden ser debidas a infecciones, disfuncionamientos de las glándulas endocervicales o aparecer como consecuencia de un tratamiento de lesiones del cuello del útero (conización, electro-coagulación).

La endometriosis está caracterizada por localizaciones anormales de la mucosa uterina (ovarios, trompas, cavidad peritoneal). La endometriosis provoca en el organismo la secreción de sustancias desfavorables a la fecundación y al desarrollo del embrión, pudiendo ser responsable de una infertilidad.

Es posible que el psiquismo también influya en la esterilidad, pudiendo perturbar el funcionamiento de los ovarios y bloquear la penetración de los espermatozoides. Las ovulaciones serían por tanto, escasas o inexistentes. Esta reacción se produce en casos de depresiones o trastornos alimenticios. Estas esterilidades psicógenas afectarían a un 10% de las esterilidades. En este caso, es necesario un apoyo psicológico.

Para saber más, leer nuestro artículo : "No consigo quedarme embarazada"

La infertilidad está también ligada a la higiene de vida. El hecho de haber hecho numerosos regímenes y los trastornos alimenticios (anorexia, obesidad...), así como el tabaco y el alcohol tienen tendencia a disminuir la fecundidad.

Cada vez son más numerosas las mujeres que deciden demasiado tarde tener un hijo. Entre los 35 y 41 años, la fertilidad desciende un 50%. Con más de 45 años, la fertilidad suele ser nula.

Las causas masculinas
- La infertilidad puede ser debida a malformaciones congenitales. Testículo no descendido, anomalía del cordón ... - Insuficiencia testicular: anomalías de la producción de los espermatozoides; anomalías cromosómicas (síndrome de Klinefelter), tumores testiculares (tumores benignos y cancerosos), orquitis (infección del testículo por el virus de las paperas, por ejemplo), varicocele (dilatación de venas alrededor del testículo), traumatismos testiculares (patada, accidente de bicicleta o de coche), intervención quirúrgica (hernia de la ingle), infección generalizada viral o bacteriana, exposición a productos tóxicos: insecticidas, metales pesados, herbicidas; tabaquismo, alcoholismo, consumo de estupefacientes. - Anomalías en el transporte de los espermatozoides: obstrucción o ausencia de las vías espermáticas. Malformaciones congenitales: ausencia de los canales deferentes asociada a anomalías renales, secuelas de infecciones genitales o urinarias, intervención quirúrgica o radioterapia pelviana, tumores de próstata (benigna o maligna). - Trastornos del comportamiento sexual (falsas esterilidades); trastornos de la erección (impotencia) ; aneyaculaciones (ausencia de eyaculación); eyaculación retrógrada (presencia de espermatozoides en la orina); eyaculación prematura ante portas (eyaculación antes de la penetración).


- Hombres y mujeres viven de manera diferente el hecho de recurrir a una Procreación Medicalmente Asistida. A menudo, las mujeres sufren físicamente los cambios hormonales, la llegada o no de la menstruación ...Tienen tendencia a exteriorizar más.
Los hombres, precisa el psicólogo Léger-Franceshi, se encierran en sí mismos con mayor facilidad. El anuncio de una esterilidad masculina les conduce a dudar de su propia virilidad. La mayoría de los centros PMA proponen un apoyo psicológico.

- Ciertas PMA modifican la filiación. Para el padre, contar a su hijo que ha nacido gracias al esperma donado por un desconocido no debe resultarle nada fácil. Para ciertos hombres, admitir su propia esterilidad es dar a su hijo una imagen defectuosa. La principal preocupación es que el niño le rechace y trate de buscar al padre anónimo. Para paliar esta angustia ciertos psiquiatras aconsejan decir: "Sabes hijo, tu madre y yo te deseábamos tanto que tuvimos que recurrir a una PMA ". Sin embargo, a veces es mejor esperar las preguntas del niño antes de lanzarse a dar una explicación.
La primera consulta

Una primera consulta tiene por objetivo determinar si existe o no un problema de esterilidad. La presencia de los dos cónyuges es necesaria.

- La elección del médico. Elige un especialista que te inspire confianza y con quien te lleves bien. Hablarás de tu intimidad, por lo que es mejor que no te bloquees a la primera pregunta.

- Tu vida de pareja. Antes de nada, el médico interroga sobre la vida de pareja y el deseo de tener un hijo. También os hará preguntas sobre vuestro modo de vida y la frecuencia de vuestras relaciones sexuales.

- Antecedentes médicos. El médico tratará de saber un poco más sobre el historial médico de cada uno de los miembros de la pareja, así como sobre vuestra higiene de vida (alcohol, tabaco, ...).

- Historia de la pareja. La edad de los cónyuges es esencial, así como la existencia de embarazos anteriores.

- Los exámenes clínicos:
-En el caso de la mujer: el médico hará un examen general, examinará las tiroides, procederá a realizar un examen ginecológico y buscará signos de una endometriosis o de quiste ovárico.

-En el caso del hombre: examen general seguido de un examen de los órganos genitales.
Estos exámenes ayudarán a orientar a la pareja hacia otras exploraciones especializadas.
Que examenes plantearse

Primera etapa: exámenes no invasivos y no muy caros: curvas de temperatura, test de Hünher, dosis hormonales...

- La calidad de la ovulación. La ovulación viene acompañada de una elevación de la temperatura corporal de 0,4 a 0,5 C. La toma diaria de temperatura, siempre en las mismas condiciones (hora, termómetro...), permitirá establecer curvas de temperatura, gracias a las cuales la ovulación puede ser evaluada. El origen preciso de los trastornos de la ovulación será identificado por un balance hormonal, efectuado en los primeros días del ciclo mediante una ecografía que permitirá visualizar los ovarios.

- El test de Hühner. Este test se practica un poco antes del presunto periodo de ovulación. Consiste en observar el comportamiento de los espermatozoides en el flujo. Para ello se tomará una muestra de flujo en el cuello del útero, entre 4 y 8 horas después del coito. Por una parte se estudiará las cualidades del flujo y por otro el número y la vitalidad de los espermatozoides.

Segunda etapa: investigaciones inmunológicas y exámenes considerados más "agresivos". Se controlará:

- Los flujos cervicales. Se efectúa en periodo pre-ovulatorio (en los días que preceden a la subida de temperatura). Para ello se toma una muestra para establecer un resultado (Insler) basado en la cantidad y el aspecto del flujo.

- Las trompas y el útero. La histero-salpingografía (HSG) consiste en la inyección de un producto de contraste radio-opaco (que contiene yodo) en el útero y las trompas de Falopio a través del cuello del útero. Permitirá visualizar por radiografía la cavidad uterina y las trompas. Será realizada al principio del ciclo.

- La exploración de la cavidad uterina (endometrio) puede ser completada por una visualización directa con ayuda de un sistema óptico introducido por el cuello bajo anestesia local (histeroscopia) o por ecografía endo-vaginal. El examen de las trompas de Falopio puede ser precisado por coelioscopia. Se trata de una intervención quirúrgica bajo anestesia general que consiste en introducir en el abdomen un sistema óptico mediante una pequeña incisión cutánea. Permite una visualización directa del aparato genital (ovarios, trompas, útero).

- Interrogatorio y examen clínico. Permiten descubrir factores de riesgo de infertilidad y anomalías morfológicas del aparato genital.

- Exámenes del esperma.
El espermograma evalúa el número, la movilidad y la vitalidad de los espermatozoides.
El espermocitograma analiza la morfología de los espermatozoides.
El espermocultivo tiene por objetivo la búsqueda de infecciones en el esperma.

Los exámenes del esperma necesitan un tiempo de abstinencia sexual de entre 2 y 6 días.

No consigo quedarme embarazada


A partir del momento en que una mujer se plantea la pregunta, significa que siente necesidad de hablar, de salir de un estado de apuro, nos explica el doctor Massala. El entorno, la pareja ... pueden oír este dolor solamente hasta cierto punto. A veces es necesario tomar distancias: en este momento las mujeres se dirigen hacia las enfermeras o las matronas. En caso de que la mujer se encuentre deprimida con cierta regularidad o que se sienta aislada, es indispensable que vaya a consultar con el médico.

Estamos aquí para escuchar aquellas cosas que no interese contarlas al médico, explica el psicólogo A. Léger-Franscheschi. El psicólogo escucha todo aquello que afecta a la manera cómo se vive el tratamiento. El médico y el psicólogo juegan papeles complementarios: uno se concentra en los problemas orgánicos y el otro trata de hacer emerger el origen de ciertos bloqueos. El psicólogo, que no se ocupa del cuerpo de la mujer, puede desactivar obstáculos, mediante la escucha, o volver a procurarle el sentimiento de que ha vuelto a recuperar el control de sí misma.
La mujer se inclina sobre su funcionamiento afectivo, ese es el punto esencial.

El arsenal médico que se pone en funcionamiento en cuanto se descubre una anomalía (o incluso si el examen es normal) desconcierta a la mujer, quien a menudo no tenía ninguna duda sobre la facultad que poseía para tener un bebé. De repente, se encuentra proyectada en un universo médico. Por ello, es necesario que sepa qué es lo que le espera.
- Antes de nada, explica Léger-Franceschi, hay que ser consciente de la posibilidad de que el tratamiento tiene más posibilidades de fracasar que de llegar a buen término. De igual manera que en un ciclo normal, cada relación mantenida no acaba en un embarazo, la procreación asistida no siempre se transforma en éxito.
- En la procreación asistida, se descompone cada etapa de un fenómeno generalmente natural. Ahí, se siguen todas las operaciones y cada etapa puede conducir a un fracaso.
La mujer es, por tanto, ajena a un fenómeno que debería producirse en su interior de manera invisible. Cada etapa puede convertirse en una fuente de angustias o de desilusiones. De ahí la necesidad de ciertas mujeres de sentirse acompañadas psicológicamente.

Las mujeres, explica el doctor Massala, a menudo intuyen la existencia de un bloqueo psicológico. Son conscientes de que su cuerpo no está disociado de la psique. Y para evitar los obstáculos, es necesario hablar, quitarse un peso de encima.
Ciertas mujeres desconfían del apoyo psicológico, tienen miedo de remover fantasmas del pasado utilizando como pretexto que el episodio que atraviesan no tiene nada que ver. Muy a menudo, se equivocan y tienen que aceptar la existencia de su inconsciente: es normal tener miedo, sentirse fragilizado, interrogarse sobre el deseo de tener un niño ... Para ciertas mujeres el descubrimiento de un problema médico trastorna el sentido de su vida. Se veían madres y haciendo proyectos a los que la naturaleza se opone. Entonces es necesario un apoyo.

Cuando una mujer se encuentra frente a un fracaso, a veces explicado (y otras no), puede acabar sintiéndose herida, tanto física como psicológicamente. Puede acabar dudando de su propia feminidad y del control que pensaba tener de su propio cuerpo. Lo más simple es que participe activamente en su tratamiento y que no dude a la hora de hablar con su médico. También hay que hacer un esfuerzo en la pareja. La vida sexual debe seguir siendo espontánea, ignorando la intromisión del cuerpo médico. No olvidemos que la llegada de un bebé es la manifestación de una vida sexual en la pareja.

El hombre y la mujer reaccionan de manera muy diferente frente a la esterilidad. Las mujeres sienten lo que les pasa en su cuerpo: están muy pendientes de la llegada de la menstruación y suelen ser siempre ellas las que se someten a los análisis médicos. A menudo no se sienten apoyadas por los hombres, que no sufren las mismas angustias. Ciertos hombres "responsables" de la esterilidad atraviesan verdaderas depresiones: pueden también acudir a consultar a un psicólogo.

La procreación médica tiende a alterar la vida íntima de la pareja. De repente, el dispositivo médico se "adueña" de un acto natural y el bebé ya no se "construye" entre dos, sino con todo un equipo médico, explica Léger-Franceschi: Por ello, es esencial seguir la naturaleza más de cerca, para recuperar el control de la situación. Por ejemplo, la presencia del hombre durante la transferencia de un embrión es aconsejada para marcar distancias con el proceso médico y recuperar una proximidad amorosa más natural

Las mujeres que se encuentran con problemas de esterilidad tienen la tentación de dudar de su propio deseo de tener hijos. Este replanteamiento es frecuente y no significa que una mujer no quiera realmente tener un hijo, precisa Léger-Franceschi. Pero durante todo este replanteamiento, una mujer puede descubrir que tras su deseo de ser madre se oculta otra cosa. El trabajo de análisis puede traducirse por una liberación salvadora para la mujer y la pareja.

El seguimiento médico necesita tiempo y organización. La mujer debe presentarse todos los días en los laboratorios especializados, lejos de su lugar de trabajo. Los desplazamientos producen cansancio y causan estrés. Es importante organizarse bien la vida, cuidarse y tratar de superar la angustia llevando a cabo actividades más alegres: una cena romántica, irse de tiendas o de vez en cuando a la peluquería... ¡todo aquello con lo que disfrutes y te mantenga ocupada!

La llegada del bebé no debe constituir el único proyecto de pareja. La espera podría resultar demasiado dolorosa y destructora. Animo a las mujeres que escucho a continuar con su vida normal: cambiar de trabajo si es lo que desean, sin preocuparse de las reacciones potenciales de su empresario frente a un embarazo que todavía no es real, irse de vacaciones, ... Una mujer que prepara la habitación de un bebé que no existe todavía, que desorganiza su vida soñando con un embarazo que no llega, corre el riesgo de caer en una depresión y de hacerse demasiadas ilusiones con el niño que espera poder tener.

Lo ideal es que el hijo llegue en el seno de una pareja que se lleva bien. En este caso, la pareja existe al margen del deseo de querer tener un hijo. Por supuesto, los tratamientos y la dificultad del proceso fragilizan, en algunos casos, la unión de un hombre y una mujer. Pero la pareja puede ir más allá de los procesos que fragilizan su unión y conservar una parte de romanticismo en estos momentos difíciles.
Si lo único que une a la pareja es el deseo de tener un hijo, puede que sea el momento de parar un largo proceso, ya que un hijo no vuelve a unir a la pareja, nos recuerda el doctor Franceschi.

¿Las mujeres que han recurrido a la procreación asistida viven de manera diferente la maternidad? No necesariamente, nos explica Léger-Franceschi. En nueve meses, han tenido tiempo de mentalizarse con el embarazo. Algunas viven con absoluta naturalidad la llegada del bebé y otras pueden atravesar un momento de duda: cuando dan a luz al niño tan esperado, parece como si estuviesen en un estado de choc, pierden de repente confianza en sí mismas, tras haber resistido con gran valentía a una serie de difíciles pruebas.
Cuando recuperan seguridad y confianza, el seguimiento psicológico puede acompañar al establecimiento de la relación madre-hijo que rápidamente retoma su curso normal.


He esperado tres años para tener un niño. Tras una serie de pruebas y un seguimiento en dos servicios médicos diferentes, por fin he encontrado un médico con el que conseguido establecer un buen contacto. Cuando me vio al borde de las lágrimas en una de las consultas, me aconsejó que fuera a ver al psicólogo de su servicio. El encuentro con este psicólogo fue primordial para mí. Sabía que a demás de mi problema orgánico, algo más fallaba.
El trabajo de análisis me ha permitido superar ciertos problemas que formaban parte de lo más hondo de mí misma y así poder hacer frente a todo el procedimiento médico.
El apoyo de la psicóloga también me ha ayudado a preservar mi pareja: en realidad no podía confiarme a mi marido, ya que las dificultades estaban ligadas a mi experiencia personal. Al hablar, he comprendido muchas cosas y me quedé embarazada un año después de la inseminación. Mi embarazo ha transcurrido sin problemas y ni si quiera tuve el "baby-blues".

Justo antes de mi segunda fecundación in vitro, empecé a deprimirme. Una amiga insistió mucho en que fuera a ver a un especialista, ya que podría comprender cómo me sentía. En seguida pedí cita con un psicólogo con quien no contacté especialmente bien. Me sentí agredida por cuestiones que se remontaban a mucho tiempo atrás, mientras que lo que en realidad yo deseaba era encontrar respuestas concretas a mi problema actual. También me sentí agredida por sus preguntas referentes a mi verdadero deseo de ser madre: al final incluso llegué a sentirme culpable. Con el paso del tiempo, me he dado cuenta de que este encuentro fue esencial. Dije cosas importantes y me sentí liberada. Y puede que fuese una casualidad, pero ¡me quedé embarazada al término de esta fecundación in vitro!

Voy a empezar pronto mi segunda inseminación y tengo una necesidad enorme de hablar. Siento que mi entorno no puede entender por lo que estoy pasando. Me vuelvo agresiva hacia ciertas mujeres que no tienen el mismo problema que yo y poco a poco me voy encerrando en mí misma. Al final me he decidido a ir a ver una vez por semana a un psicólogo (no especializado en problemas de esterilidad) y cada vez me siento mejor, como más liberada. Mis relaciones con mi marido han recuperado un poco de normalidad y vuelvo a disfrutar de la vida. Trato de pensar en otra cosa y parece que es buen signo. ¡Ahora me limito a esperar sin obsesionarme!

Ver también

N
nidaa_5958066
29/3/04 a las 21:23

Gracias!!
Muy interesante!!! La verdad es quizá debiéramos imprimir algun fragmento y pegárnoslo en la cabecera de la cama, no crees?
Gracias por compartirlo.

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ISDIN Si-Nails

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