No te preocupes por eso.
Hola sabela, te explico un poco según mi experiencia. Teniendo un trabajo fijo y uno que va y viene, no debes preocuparte por tu economía más de lo que lo has hecho hasta ahora; lo único "caro" de tener un bebé es al principio, montándole la habitación y tal, pero bueno, siempre hay mucho regalitos, gente que te puede dejar cosas si no quieres comprarlas todas nuevas (piensa que hay muchas cosas que se usan muy poquito y puede ser tontería comprarlas); como en todo, las cosas se pueden hacer, baratas, normales y carísimas...y eso depende de las posibilidades de cada uno y de lo caprichoso que se sea Una vez el bebé está aquí, pues bueno, los pañales no son tan caros como mucha gente insinúa...gente a la que además normalmente no le importa gastar mucho más en tabaco o en cañitas. Por otro lado, están los de tela, que se lavan y punto, y mirasi ahorras. Ropa, pues sí, hay que ir comprando cositas cada poquito, porque crecen rápido, pero eso lo hacemos antes de tener hijos con nosotras, nos vamos renovando el armario...no sé. A mí no me ha supuesto un desfalco ni un cambio importante en mi economía, simplemente, pues organizas el presupuesto de otra manera. Por otro lado, algo que sí es muy caro y de lo que la gente se queja mucho es la leche de fórmula, y eso tiene muy fácil solución; salvo problemas muy graves y raros, todas las mamás podemos dar el pecho...con lo cual pasas aproximadamente seis meses sin gastarte ni un euro en comida para el bebé sin hablar del resto de beneficios que tiene la lactancia materna...
El gasto empieza realmente cuando empieza el cole...libros, material, uniformes si los lleva, etc. pero siempre se puede quitar de otra cosa para ponerlo ahí, y si no, podéis empezar una pequeñita cuenta de ahorro...no hace falta que sea de mucho dinero al mes...nosotros poníamos 40 y al final tienes ahí un fondillo para emergencias. Jejejeje, vaya, que después del rollo, quiero decir que no creo que un hijo sea un gasto excesivo extra, pero igual sí que hau que ceder un poco en los caprichos propios, aunque normalmente eso no nos duele a las mamás.