Mi hijo tiene 5 meses y medio, y la verdad es que nunca le ha gustado salir a pasear. Vamos, yo pensaba que lo que no le gustaba era el capazo, porque va todo tapado (le ha pillado todo el invierno) y sin ver nada. Así que, hasta que no se dormía, no había posibilidad de dar ningún paseo.
Pensé que, al pasarlo a la silla, la cosa iría mejor, pero no es así. Ya cuando le pongo el gorro y el abrigo, monta pollo, pero bueno, eso es normal. Le cojo en brazos y se le pasa. Bajamos las escaleras tan contentos y en cuanto le meto en la silla, a llorar, a ponerse tieso como un palo, horrible. A veces se le pasa un poco hasta que se duerme. Otras veces se duerme en seguida, y cuando despierta y se da cuenta de que está ahí, se pone a berrear como si lo mataran (esta mañana, por ejemplo). Le cojo en brazos y se le pasa; le vuelvo a poner, y hala, a llorar. Pero vamos, vaya rabieta.
Pensaba que le pasa eso por el sueño, pero a veces le saco a pasear justo después de dormir, y tampoco.
Otras veces, se despierta en mitad del paseo y no llora, lo mira todo con mucha atención y yo me ilusiono, pensando que por fín le gusta salir a pasear... Pero es un espejismo
No sé si lo que no le gusta es la silla (realmente, yo la veo incómoda para lo pequeñito que es, se resbala), o el conjunto de gorro+abrigo+silla, o yo qué sé!!!!
De verdad, es muy estresante y desesperante, porque ya me pesa mucho para llevarlo en la mochila y porque se tiene que acostumbrar a la silla. Porque cuando le saco en la mochila, ningún problema, encantado de la vida.
Perdonad el rollo, pero es que hoy ha sido tremendo y necesito consejos. Empiezo a temer la hora del paseo. vamos, que un par de días me he tenido que volver de las que monta, con eso os lo digo todo.
Gracias y besitos,
Ana