A medida que le vas introduciendo
comida más variada y vas reduciendo la leche, va disminuyendo la cantidad de líquido que toman, así que es conveniente empezar a ofrecer agua de vez en cuando, aunque sea un poquito, también más que nada para que vayan acostumbrándose. Puede que después de una comida, al estar llena, no tenga ganas de beber, y si se la das antes le puede quitar apetito, yo procuraba ofrecérsela justo en medio de las comidas. Tampoco te vayas a agobiar si ves que no quiere, es normal, a la mayoría de los niños no les gusta eso de que no sepa a nada. Mis hijos nunca consintieron en beber agua, y de pronto, al cumplir el año la pedían como desesperados, ellos saben autoregularse, aunque no está de más intentarlo.
Puedes darle directamente la bezoya, no tienes que hervirla.