Ya sé que esto no es un tema de bebés precisamente, pero muchas mamás quizá tengan un niño como el mío, de tres años. Os cuento: el año pasado seleccionamos con mucho mimo el colegio al que iba a aistir este año. Dentro de que los que más nos gustaban estaban prácticamente cerrados para nosotros, por ejemplo, el Kings College arrastra una lista de espera de 80 familias para el curso de mi hijo, el Hastings igual y así con todos los británicos de Madrid. Finalmente, dentro de las posibilidades viables de plaza elegimos uno bilingüe con personal nativo británico. La fórmula no parecía mala, no era un colegio británico, pero sí tenía un número de horas aceptable de inglés al día.
Pero resulta que nos hemos llevado un sofocón tremendo cuando nos hemos enterado de que en su clase hay, nada menos que 34 alumnos!!!!! No soy profesora ni pedagoga, pero a poco entender, creo que no se puede atender con calidad a tantos niños en clase. EStán sobrepasando la ratio en 9 niños nada menos. Por esto y otras cosas más, el caso es que nos hemos llevado una decepción tremenda, pues es un colegio muy caro y creemos que no está el niño en condiciones allí.
Así que hemos decidido cambiarle, creemos que dentro del curso escolar, quizá la mejor fecha sería después de navidades, así cambiaría tras un período vacacional, y no de la noche a la mañana. Pero no sé, me preocupa el impacto psicológico que le pueda acarrear esto al niño.
Alguien en esta situación?
Besos