Upa y paciencia. Acostarlos boca abajo (bajo tu supervisión, nunca dejarlo dormir así solo, a menos que ya pueda voltearse) y darles calorcito en el vientre con una bolsita de semillas o de agua caliente también puede ayudar. Que no se queme obvio, apenas calentito, a temperatura corporal. También sirve si lo acostás sobre tu cuerpo, el calor se lo darías vos.