No uses pastillas
es riesgoso: lee
.: CYTOTEC.
Hasta el día de hoy el Cytotec no ha sido aprobado por la FDA como una
droga para inducir el aborto o el parto, pero su uso se generalizó
peligrosamente; los médicos pensando que era mucho más barato y rápido
para inducir el parto con esta droga, la administraron con frecuencia.
El Cytotec está asociado con un mayor número de casos de rompimiento
del útero y en algunos casos no ocurre inmediatamente. Las mujeres
continúan con el parto normalmente hasta experimentar alguno de los
síntomas conocidos de rompimiento del útero.
Si el Cytotec es administrado fuera de un establecimiento hospitalario
o cuando el médico no está presente, el resultado puede ser fatal.
Infelizmente, los riesgos asociados con el Cytotec no son ampliamente
conocidos en la mayoría de las mujeres al consumir esta droga, ellas
son las últimas en saberlo.
Esta droga con sus efectos colaterales mortales, es usada todavía en
centenas de hospitales, sin tomar en cuenta los riesgos potenciales.
El propio fabricante del remedio afirma: "Fueron reportados serios
efectos adversos cuando el Cytotec es usado por mujeres embarazadas
que incluyen la muerte materna; la ruptura y perforación del útero,
necesitando luego la intervención quirúrgica e histerectomía (remoción
total quirúrgica del útero); embolia por líquido amniótico; hemorragia
y choque. El fabricante no hizo ningún estudio sobre el uso de este
medicamente para fines abortivos ni para inducción de parto y no
pretende hacerlo ni está apto para dar asistencia por el uso de este
medicamento".
Las contracciones que provoca el Cytotec hacen que el útero se ponga
duro con la posibilidad de que estalle y se rompa. Al ponerse duro el
útero, la circulación no llega al feto y este muere.
Con el uso del Cytotec, restos del feto o de la placenta pueden haber
sido removidos dentro del útero durante todo ese tiempo y haber
provocado una infección local. A veces el remedio produce que se
desprenda la placenta con la consecuente muerte del bebé, sin que el
bebé sea expulsado. La embarazada piensa que no ha sucedido nada, no
visita a un médico, pero en realidad está reteniendo el aborto.
Tanto el aborto retenido como los restos fetales y de la placenta,
pueden hacer que se acumule pus en el útero, tratando en vano de
destruir los restos del feto y de la placenta que deberían haber sido
removidos por medio del legrado (raspe) dentro de un hospital días
antes. Los dolores y las hemorragias pueden cubrir otros síntomas que
harían sospechar a una embarazada primeriza, que algo más pudiera
estar sucediendo. En la medida que el pus se acumula, éste va
invadiendo el torrente sanguíneo de la embarazada, pudiendo esparcirse
por todo su cuerpo. Esto se conoce con el nombre de septicemia. Cuando
se llega a este cuadro, la única conducta correcta es la remoción de
los restos del feto y de la placenta e internar inmediatamente a la
paciencia en una unidad de terapia intensiva.
Hay un cierto número de muertes por septicemia, aunque hayan sido
internadas en la UTI, causadas por el uso del Cytotec. Muchas de las
muertes producidas por el aborto en general y algunas causadas por el
uso de Cytotec, se deben a la septicemia. Si no sucede la septicemia,
pero hay retención de restos del feto o de la placenta por un tiempo,
se vuelven necróticos y son difíciles de remover por medio del
curetaje. Frecuentemente, junto con la remoción de los tejidos con el
curetaje es inevitable tener que remover una parte de los tejidos del
endometrio, que es la parte más interna del útero. Esas paredes
internas del útero constituyen el endometrio, por ese motivo acaban
adhiriéndose unas a otras, causando esterilidad en la mujer.
