Yo los primeros diez kilos los pierdo en la primera semana tras el parto: entre el feto, la placenta, el líquido amniótico y luego los loquios, la retracción del útero que ya no es tan grande y no pesa tanto y que cesa la retención de líquidos, la cosa va rápido. Después, depende: con la primera me costó más tiempo perder el peso; con los dos siguientes, cada vez más deprisa porque realmente no paras, al tener que atender a los mayores y al bebé gastas mucha más energía.
La lactancia no tiene por qué hacerte perder peso, sobre todo si eres de las que la usan para "comer por dos" Pero comiendo razonablemente, más o menos como durante el embarazo: nada de dulces, refrescos con azúcar, cantidades exageradas de pasta o arroz y mejor que sean integrales; y sobre todo, mucha fruta y verdura, perderás el peso no con velocidad, pero sí de forma constante.
¡Ah y el agua, es muy importante que estés muy bien hidratada para tener mucha leche!