Para una mujer que practica deporte de modo habitual el embarazo no tiene por qué suponer un problema. Sin embargo, será necesario que se ponga en las manos adecuadas y planifique sus entrenamientos bajo la vigilancia especializada oportuna. Para ello es fundamental el trabajo conjunto de Ginecología y .
Aunque habrá que valorar cada caso de forma personal, de manera general el deporte y la actividad física son muy recomendables antes, durante y después del embarazo y parto, pero siempre siguiendo las pautas médicas indicadas en cada caso.
Si hablamos de deportistas de élite, lo lógico sería que exista una correcta programación de los embarazos en relación a las grandes competiciones. En cualquier caso, se trata de una decisión personal de la deportista.