Buenas tardes a todas,
Es la primera vez que participo en un foro. Disculpad si meto la pata en algún momento. Pero necesito desahogarme.
Este 2017 cumplo 31 años y mi futuro marido 35. No somos una pareja tradicional, es decir, nos casaremos oficialmente pero no lo celebraremos. Llevamos 5 años juntos y 2 conviviendo. Todo va bien entre nosotros, nos amamos, nos diver!@#*!s juntos y nos respetamos mútuamente.
Desde el primer momento tuvimos muy claro que queríamos ser padres. De hecho, yo lo sabía desde mis tiernos 22 años. Sabía que ser madre sería una de mis metas. No me dan miedo ni los dolores, ni las náuseas, ni el malestar. NADA. Sé que quiero ser madre. Sin más. Él...según sus palabras "hace años que quiero ser padre". De hecho, en una de nuestras escapadas me emocioné cuando me dijo que "en dos años como mucho podríamos buscarlo". Esto fue en el 2014.
Por aquel entonces ambos estábamos a punto de graduarnos y teníamos un piso esperándonos. Todo parecía ir rodado.
Hasta que empezaron los "no es el momento". Sus amigos y los míos ya son padres. De hecho, somos los únicos que quedamos por serlo. Y la broma "vosotros para cuando? que bien os queda un bebé" era constante. Pero "no es el momento".
Y yo no lo llevo nada, NADA bien. He oído muchas veces la cantinela de "todo llega", "ya llegará tu momento", "cuanto más lo desees más tardará en llegar", "aún eres joven". Pero me aburre. Me aburre que me lo diga alguien o bien con panza o bien con un peque correteando alrededor. No tiene sentido.
El año pasado, alguien cercano tuvo la suerte que yo no he tenido. Ese alguien llegó a repelerme. El tema de conversación era siempre el mismo aún sabiendo lo que yo sentía y aún sabiendo yo que esa persona no lo deseaba. Pero no le importaba. Recuerdo el llanto contenido tras cada conversación sobre cunas, pataditas o nombres, recuerdo la angustia al mirarle a él y no ser capaz de articular palabra por miedo a que se canse del tema. Aún hoy le miro así.
Y el tiempo pasa. Y no quiero que esto me afecte más de la cuenta, sobretodo sentimentalmente. Pero es desesperante, porque no puedo ir más allá de su voluntad. Porque sé que es el hombre de mi vida y será el padre de mis hijos, pero esta desesperación está llevándome a un carácter que no me corresponde, triste y tácito.
Y las preguntas: ¿y si me cuesta? ¿y si no llega? ¿y si alguno de los dos tiene algún problema genético y no lo sabemos? ¿y si pasan años hasta que pueda quedar embarazada?
No sé que hacer y he recurrido a vosotras. No seré madre, pero me expreso mejor escribiendo, así que disculpad la "parrafada".
Que tengáis una muy buena tarde!