Es...
como si te estrujaran toda la cintura, vientre, espalda...con una cuerda muy muy muy fuerte...y de repente soltaran!!!
Y tienes un tiempecito para recomponerte y coger fuerzas...a veces en unos minutillos, hasta te duermes si ya llevas muchas horas en ello.
Pero lo mejor, es que cuando pasa todo y tienes a tu bebe, te resulta muy difícil acordarte de por qué decías que no podías más y que te morías...es un dolor que no deja huella