¿Qué es una infección de orina?
La mayoría de las personas utilizan la frase infección de orina para referirse a una infección causada por bacterias que produce una inflamación en la vejiga. Sin embargo, la infección puede ocurrir en cualquier parte de las vías urinarias. Los síntomas suelen ser una necesidad frecuente de orinar y sensación de ardor al hacer pis. Esta afección, conocida también como cistitis, es bastante común en las mujeres entre los 20 y los 50 años.
Las vías urinarias comienzan en los riñones, donde se produce la orina. Continúan a través de conductos denominados uréteres hasta la vejiga, en donde la orina se acumula hasta que tienes la sensación de necesidad de orinar. Y finalizan en la uretra, un conducto corto que transporta la orina fuera del cuerpo. Se produce infección cuando las bacterias del tubo digestivo viajan desde el recto, por la uretra, hasta la vejiga. En algunos casos, las bacterias pueden llegar incluso hasta los riñones y causar allí una infección grave.
¿Me vuelve el embarazo más propensa a las infecciónes de orina?
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Sí. Los altos niveles de la hormona progesterona relajan los músculos de la vejiga, de los uréteres (los tubos que comunican la vejiga con los riñones) y de la uretra. Además el útero, que cada vez está más grande, puede comprimir los uréteres y dificultar el paso rápido y fluido de la orina. A medida que avanza el embarazo, el bebé presiona tu vejiga, y esto hace que te sea más difícil vaciarla por completo cuando orinas. El resultado de todos estos cambios es que la orina tarda más tiempo en atravesar las vías urinarias, y esto da más tiempo a que las bacterias se multipliquen.
Por otra parte, cuando hay azúcar presente en la sangre, como en el caso de la diabetes, las infecciones de orina son más comunes. Si tienes diabetes del embarazo, puede que seas aun más propensa a desarrollar infecciones de orina.
Dado que las infecciones de orina son relativamente frecuentes durante el embarazo, tu médico te hará un análisis de orina para detectar si tienes bacterias durante la primera consulta prenatal, independientemente de si presentas síntomas. Si este análisis inicial da negativo, la probabilidad de que contraigas una infección urinaria en los próximos meses del embarazo es poca. Sin embargo, si te encuentras entre el 5 y 7 por ciento de mujeres embarazadas que tienen bacterias en la orina, recibirás tratamiento con antibióticos para eliminarlas.
Si no tratas la infección de orina correctamente, tienes un 30 por ciento de probabilidad de desarrollar una infección en los riñones durante el embarazo. Las infecciones graves en los riñones (pielonefritis) pueden provocar partos prematuros y otras complicaciones. Por eso, es muy importante no retrasar el tratamiento.
¿Cuáles son los síntomas de la cistitis?
Los síntomas de la infección en la vejiga (cistitis) varían en cada mujer, pero pueden incluir:
Dolor, incomodidad o ardor al orinar (y posiblemente durante las relaciones sexuales)
Molestia pélvica o dolor en la parte inferior del vientre (generalmente justo arriba del pubis)
Necesidad frecuente e incontrolable de orinar, incluso cuando hay muy poca orina en la vejiga
Orina maloliente
Orina turbia
Sangre en la orina (generalmente difícil de notar a simple vista)
Como la necesidad frecuente de orinar es común durante el embarazo, puede resultar difícil saber con certeza si tienes cistitis, especialmente si los síntomas son leves. Si piensas que puedes tener una infección, asegúrate de llamar a tu médico para que te realice un análisis de orina y así obtener un diagnóstico definitivo.
¿Qué sucede si contraigo una infección urinaria durante el embarazo?
Si contraes cistitis durante el embarazo o si el análisis que te hacen en tu primera consulta prenatal detecta bacterias en las vías urinarias, el médico te ordenará hacer un tratamiento con antibióticos orales durante siete a 10 días. (Hay ciertos antibióticos que se pueden tomar durante el embarazo.) Si has estado teniendo síntomas de cistitis, los antibióticos probablemente te los aliviarán en pocos días pero, de todos modos, es fundamental que termines todo el tratamiento para poder eliminar todas las bacterias que se encuentran en las vías urinarias.
Después del tratamiento, te realizarán un nuevo análisis para que no queden dudas de que la infección ha desaparecido. Luego te deberían hacer pruebas a intervalos regulares durante todo el embarazo para asegurarse de que no te has infectado nuevamente. Hasta el 40 por ciento de las mujeres embarazadas que contraen una infección urinaria presentan otra infección más adelante. Si estás teniendo constantemente infecciones en la vejiga, puede que necesites recibir una dosis baja pero continua de antibióticos hasta el momento del parto, para evitar que se repitan las infecciones.
¿Qué puedo hacer para evitar contraer una infección de orina?
Sigue estos pasos para reducir la probabilidad de contraer una infección de orina:
Bebe mucha agua; por lo menos ocho vasos de unos 225 ml cada día.
No ignores las ganas de hacer pis. Y vacía completamente la vejiga al orinar.
Después de evacuar, límpiate de adelante hacia atrás para evitar que las bacterias de las heces se acerquen a la uretra. Mantén el área genital higienizada con jabón suave y agua.
Después de mantener relaciones sexuales, limpia el área genital, y orina.
Bebe zumo de arándanos . Hay estudios que demuestran que el zumo de arándano puede reducir los niveles de bacteria y evitar que se introduzcan nuevas bacterias en las vías urinarias. (Sin embargo, beber este tipo de zumo no curará una infección ya existente, de modo que si tienes síntomas, no dejes de consultar con tu ginecólogo de inmediato para que te haga un análisis y te recete antibióticos.)
Evita los productos de higiene femenina (en aerosol o en polvo) y los jabones fuertes que puedan irritar la uretra y los genitales y convertirlos en un caldo de cultivo para las bacterias. Y no te des duchas vaginales durante el embarazo.
Usa ropa interior de algodón y pantys con la entrepierna de algodón.