Bueno chicas, pues aprovecho que acabo de dar de comer a mi pequeñín para contaros. Lo primero deciros que sin duda,aunque largo, fué muchísimo mejor de lo que yo imaginaba y lo pasé entre nervios, mucha emoción e incluso risas....
Pues el lunes 20 estaba yo algo pacuchilla todo el día, me levanté con mal cuerpo y ni siquiera la ducha con agua caliente consiguió animarme un poquillo. Mi niño apenas se movía y yo andé bastante (aunque a pasito de tortuga) sintiéndo a Juan encajarse más que los últimos días. Me acosté a la 1.30 y a las 2.35 de la madrugada me desperté porque pensé que me había mojado más de lo normal de flujillo, cuando cual fué mi sorpresa, al ponerme de pié noto como se forma un charco a mi alrededor y me quedo paralizada. " Cariño, creo que he roto aguas..." le dije a Sergio, " ¿Estás segura?" - Mi respuesta fué otro charco de agua enorme al moverme. Imaginaros la cara de mi maridín.
me ducho, me visto y me pongo unas gasas porque sigo mojando y hechando el tapón mucoso, e incluso os mandé un post para avisaros porque me dió tiempo ya que Sergio de los nervios se descompuso, vomitó y tardamos hora y media en salir de casa.
A las 4 llegamos al hospital, como había roto la bolsa pero aún estaba dilatada de solo 1 cm y sin contracciones me dejaron ingresada y me explicaron que en vez de provocarmelo, eperarían 12 horas desde la rotura de bolsa para que yo solita me pusiera de parto. A las 12 de la mañana ya tenía contracciones, eran dolorosas pero me daba tiempo a reponerme entre unas y otras y no las llevé tan mal como yo pensaba. Había borrado el 80 % del útero y dilatado 3 cm así que me subieron a dilatación que utilizan también como sala de partos. La matrona fué un encanto y me dijo me pondrían la epidural en media hora. La anestesista me dejó un tubito puesto en la espada ( que no me dolió nada ) y me dijo que cada vez que sintiera dolor que diera a un botón que me suministraría chute de epidural en el momento. Su primera dosis me duraría hasta las 14.30 y desde allí yo me administraba.
Pues fúe ponermelo y cambiarme la cara y el caracter. Yo estaba en la habitación sola con Sergio y con mi cuñada que trabaja en la Paz como enfermera de cirujía y pudo estar conmigo todo el parto . Teníais que ver sus caras, estaban con la boca abierta, yo no paraba de hablar y hacer bromas, sentía las contracciones pero no el dolor, cada vez que entraba la matrona a mirar mi evolución bromeaba con si me podían traer una coca-cola light jajaja. Hasta el equipo médico me decía la buena cara que tenía. Incluso tardé hasta las 17 en darme el primer chute de epi porque me sentía muy bien. La anestesista se pasó a última hora de la noche y se quedo sorprendida porque tan solo dí 5 veces de refuerzo y la bolsa de anestesia se quedó llena a un cuarto de su capacidad. Lo malo es que no tardaba bastante en dilatar y a las 19 de la tarde aún estaba de 5 cm, conseguí llegar a 7 a las 23 de la noche. Juan seguía muy arriba y aunque intentaban encajarmelo empujando en varias ocasiones , con la siguiente contracción, se me subía de nuevo. Así que decidieron hacerme una cesarea. LLevaba demasiado tiempo con la bolsa abierta y no querían hacer sufrir al bebé.
Una vez me informaron del nuevo rumbo del parto todo fué muy rápido, yo estaba cansada de tantas horas, no dejarían pasar a Sergio (que no se había separado de mí en todo ese tiempo ) y me entró mucho miedo.
Por el mismo cateter de la epidural me suministraron una anestesia más fuerte y me avisaron de que aunque no me dolería si sentiría todo. Empecé a temblar involuntariamente cuando me pasaron a quirófano. Tuve la inmensa suerte de que mi cuñada seguía vestida con el pijama de haber trabajado por la mañana y pudo entrar a quirófano conmigo. Ella me iba animando e incluso resultó conocer al anestesista que me dió muchos ánimos y me iba avisando de lo que podía ir sintiendo para que no me asustara.
Y de repente le oí. ¡¡Dios mío el momento más emocionante de mi vida !! rompí a llorar cuando me enseñaron a Juan un momento por encima de la sábana que me tapaba de la operación, áún mojadito en sangre y con los ojos muy abiertos. Al ratito me lo trajeron cuando aún estaban terminando de coserme y la verdad es que ya me dió igual lo que hicieran porque aunque no pude cogerle me lo pusieron carita con carita ya vestidito y con su gorrito. Me miraba con sus grandísimos ojos abiertos y la boca abierta como si el también alucinara con verme.
Fué duro que se lo llevaran esa noche al nido a dormir y a mi a una sala de reanimación solita, pero por lo que me enteré después su papi orgulloso pudo enseñar a toda la familia que estaba fuera esperando.
Al día siguiente a las 10.30 me subieron a planta donde me rencontré con mi trocito de vida y no me he vuelto a separar de él. Es un niño buenísimo y la verdad, es que volvería a pasar por todo eso y más mil veces.
Perdonar el rollazo que os he metido pero me he emocionado recordando y no podía parar jejeje.
Pues nada, espero no haberos aburrido mucho y ahora me sueno los mocos y me quito las lágrimas que estoy llorando a moco tendido y no veo las letras a penas.
Muchos besos a todas.
Rosi.
P.D.: Ahora pongo una fotito de mi Juanito.