No se trata de “si se quiere”, se trata de que a veces no se puede y después del machaque que recibimos durante todo el embarazo sobre que dar el pecho es la mejor opción, cuando llega el momento y no puedes, la sensación de culpabilidad es inevitable. Te aseguro que yo he sido siempre de las que les importa bien poco lo que diga la gente, pero cuando son tus familiares más cercanos los que cuestionan tus decisiones... duele.