Mamalena mamalena mamalena

Hola. Encontré algo en un libro que tengo, así que te lo voy a escribir y si no lo lees... ¡TE MATOOOOOO!.

ALIMENTAR:
Su bebé es pequeño y usted lo amamanta, por lo tanto no hay nada que llevar, salvo, en pleno verano, un biberón de agua. Lleve también suficiente candidad de agua para usted, ya sabe cuánta sed produce la lactancia.
El está alimentado con una leche industrial: lleve ya sea un biberón preparado en un envase térmico, ya sea con qué prepararlo al detenerse en una etapa (agua, leche en polvo, o también leche maternizada líquida lista para ser utilizada).
En cuanto a las tetinas, no deje de llevar una de repuesto. Con el traqueteo del tren corre el riesgo de hacerla caer. Tenga también un biberón suplementario y agua mineral: los viajes en verano, ya sea en auto o en tren, dan sed.
Si su hijo está en edad de las papillas, llévelas en pequeños potes, así tendrá un almuerzo preparado en su bolso, un yogur, una compota, una botella de agua mineral, el jarro y la cuchara del niño.
Pero las comidas no son todo. Durante un viaje los niños comen en todo momento. Es necesario estar provista de pequeños refrigerios: fruta fresca, galletas y líquido. Y para enjuagarse la boca y las manos, servilletas embebidas en una loción limpiadora.

DISTRAER:
Las horas de tren son largas; prevea juegos: autos o animales, bolso que contenga una mezcla de figuras variadas. Hay que llevar los juguetes preferidos. Además serán gratos durante todas las vacaciones. Pero su espíritu inventivo será un buen recurso: los padres han de saber cantar, contar e inventar, cuando la agitación aumenta.
En el fondo de su bolso puede estar la sorpresa de auxilio para casos de urgencia: gran escena de cólera, disputa violenta, crisis de llanto. La sorpresa puede ser modesta, pero si está dentro de una caja y de un paquete bien envuelto, el niño estará encantado.
Para no imponer al niño una tensión demasiado larga en tren, llévelo de tanto en tanto a pasear por el pasillo o al bar.

PRECAUCIONES CONTRA EL CALOR:
Para el bebé, baños refrescantes y biberón de agua fresca con frecuencia; si no lo necesita, lo rechazará. No cambiar de leche (salvo prescripción médica) durante los calores. Evite las bombachas/bragas de plástico: es preferible cambiar más a menudo al bebé.
Sepa que la acción de los rayos solares es más intensa en la montaña a causa de la pureza del aire, y en el mar a causa de la reverberación. Por consiguiente, en esos sitios debe redoblar la atención.
Entre las 12 y las 16 hrs. evite la exposición al sol; es la hora en que es más peligroso; es el momento de dormir la siesta o de permanecer a la sombra.
Proteja a sus hijos: utilice pantallas solares de un índice de protección igual o superior a 15. Los niños de piel clara la tienen más fragil. Algunas pieles no toleran el sol. Para esos niños habrá que elegir un índice máximo de protección (el farmacéutico la aconsejará). Si el niño entra al agua, vuelva a aplicar crema a intervalos de una hora.
En caso de exposición prolongada la mejor protección es la vestimenta; ponga a su hijo una camiseta.
El niño, en el comienzo de sus vacaciones, será desvestido progresivamente; sólo lo dejará con el torso desnudo al cabo de unos dias.
El niño pequeño no debe permanecer inmóvil al sol; debe moverse, ir de vez en cuando a la sombra, no tenderse en posición de baño de sol.
De todas maneras, llevará un sombrero e incluso gafas oscuras. Deberá acostumbrarse a ello desde pequeño.

Ya... terminé... Espero que te sirvan estos consejitos. Y lo principal: ¡¡¡Pásenlo muuuuuy bien!!!.
Saludos desde Chile.