Mi dulce chiquitín,
Qué ganas tengo… de sentirte, de tenerte fuerte contra mi pecho. Cuando era niño, ya jugaba a ser papá con los compañeros en el patio.
Qué ganas tengo… de mirarte soñar en la camita que conserva para ti la abuela. La misma cuna donde yo también dormía chupando mi manta.
Qué ganas tengo… de compartir tu alegría, tu pena, nuestras risas y nuestras lágrimas. De proteger tu inocencia y de sobrevivir a tu adolescencia.
Qué ganas tengo… de enseñarte a ser quien quieres ser. No importa lo que hagas o lo que elijas, a pesar de las diferencias. Siempre mi vida serás.
Qué ganas tengo… de respirar tu dulce perfume. Aunque no sepa si algún día te vería. Aunque no sepa si alguien allá arriba mi deseo más fuerte cumpliría.
Qué ganas tengo… de ser padre. Puedo sentirlo dentro, en lo más profundo. Pero, por desgracia, el futuro es pedregoso y sobre todo para un papá como yo…
Te amaba. Te amo. Te amaré
Remi – 30 años – Gay – Casado – Sin tu madre – Sin ti mi dulce chiquitín.