Pues somos varias las que estamos así
El mío cada vez come menos; pesa lo mismo ahora con diecisiete meses que cuando tenía once; no quiere trozos, no quiere purés, ni papillas, ni potitos, le siento en la trona, y en cuanto me ve con el babero se pone a berrear.
Sólo quiere yogures, y ya veremos qué pasa como los aborrezca.
Todo el mundo que no tiene un niño mal comedor lo ve muy fácil, y dice "que no coma si no quiere", pero el problema es, desde mi punto de vista que cuanto menos come, menos quiere, es como si el estómago se le estuviera haciendo más pequeño.
Bufffffffff, y lo peor es que no disfrutas con él, porque cada comida es una guerra, y al final terminas desquiciada.