El 15 de febrero a las 11.30 de la mañana note al ir al baño q el liquido q salía era distinto demasiada cantidad y sin poder controlarlo. Pensé q podía ser el liquido amniótico pero no quise precipitarme, a las 5 ya era seguro que se me había roto la bolsa, porque empezó a caer liquido sin control.
Con calma, una duchita y para el hospital. Cuando llegue me pusieron monitores y vieron q no tenia nada de dilatación y el cuello del útero estaba entero.
Me dijeron q para una habitación y q a las ocho de la mañana me pondrían la oxitócica, y a las seis un antibiótico por la rotura de la bolsa.
Esta es la peor parte de mi parto, porque la atención por parte de esta matrona fue horrible. No se su nombre pq en ningún momento se dirigió a mi de forma mas o menos profesional, identificándose, haciéndome sentir mas tranquila. Por el contrario se comporto de una manera borde, rayando la mala educación, nada comprensiva con una situación nueva para mi, en definitiva nada profesional. Si alguna quiere saber como era, q me pregunte q se la describo.
A la una y media de la mañana yo notaba contracciones, así q llame, me vio otra matrona, joven y muy agradable que me dijo q la cosa iba muy lenta y q me fuera de nuevo a la habitación. Sobre las cuatro de la mañana yo no podía con los dolores, en si la contracción no era lo q me dolía sino una presión en las piernas imposible de soportar q me hacia saltar de la cama.
De nuevo fui a monitores, con tan buena suerte q estaba la matrona del principio, y que se reía en mis narices diciendo q ese dolor no era posible q me lo estaba inventando, en fin un cielo de mujer. Todo su empeño era hacerme un tacto cuando mas me dolían las piernas y mas rígida estaba, y como no podía me decía q no colaboraba y q conmigo no se podía.
Ya después de discutir con ella, llamo al medico y decidieron provocarme el parto. Me pusieron un enema, y fui para el paritorio, donde me enchufaron la oxitocina y me pusieron la epidural, cinco pinchazos hasta q me colocaron el catéter y es q tengo la espalda un pelin torcida.
A la hora ya no me hacia efecto la anestesia, así q llame a la matrona q había mandado a mi marido a la habitación a descansar y me volvió a decir q me estaba inventando el dolor que era imposible q no me hiciera efecto la epidural. Después de media hora mas con dolores insoportables, tuve q ponerme de mal humor, perder la educación exigiendo q avisara al anestesista y llamara a mi marido.
Finalmente conseguí q viniera el anestesista q me dio q efectivamente no me estaba haciendo efecto (q cara se le quedo a la matrona), me puso otra dosis y fue el el q aviso a mi marido porque mi querida amiga paso ampliamente de mi.
Por fin llego el q iba a ser mi medico en el parto y me dio q no me preocupara q había gente a quien la epidural no le hacia efecto y q volvía a avisar al anestesista, q opto tras otra dosis fallida, por cambiarme el catéter. No sin antes ver por ultima vez a esta matrona tan maja y q me hizo la estancia tan agradable, que nos dijo q íbamos a estar hasta casi por la noche para dar a luz, eso se llama saber de q se habla, pq a las tres horas tenia a mi niño en los brazos.
Ahora empieza la parte buena del parto, me sacaron un poco el catéter y me pusieron una dosis q me durmió bastante las piernas y q hizo q las contracciones desaparecieran, la matrona decidió dejarme ya en el paritorio puesto q la dilatación iba fenomenal. Avisaron a mi marido y en un segundo estaba allí conmigo esperando el gran momento juntos.
La matrona q me atendió durante este tiempo, Rosa, una profesional, cariñosa, en su sitio sabiendo lo q hacia en cada momento y animándome y calmando mis nervios. A la hora se me paso de nuevo el efecto de la epidural y Rosa me dio dos opciones, ponerme otra dosis y no notar las contracciones con el riesgo de tener q sacar al niño con fórceps y con una episiotomía, o aguantar los dolores y me prometía q ni corte, ni instrumentos. Así q opte por los dolores, dos horas empujando hasta q el niño corono, hubo momentos en los q me flaquearon las fuerzas, pero entre mi marido y Rosa y me reconfortaban y continué. Que momento tan maravilloso cuando ya entro el medico y en el primer empujón Nacho estaba fuera. Maravilloso, mi niño ya estaba en el mundo y lo había hecho yo, se lo llevaron rápido pq salio con el meconio, pero a los cinco minutos le tenia conmigo, en mis brazos, tan bonito, tan guapo. Tres kilos ochocientos de niño y 52 centímetros. En cuanto terminaron de limpiarme y de darme dos puntitos, pq me desgarre un pelin, nos fuimos para la habitación, no sin antes esa matrona tan maravillosa q hizo q mi niño llegara a este mundo, me indicara como ponerle al pecho. Así q Salí del paritorio con mi bebe mamando, q sensación tan maravillosa.
Bueno y lo demás pues periodo de adaptación en casa, y hoy dos semanas q mi gordito esta en el mundo.
Perdonad por el rollo, pero no quería perder ni un detalle.
Desde aquí mi agradecimiento a todas las personas q intervinieron en el parto, menos a una, q por suerte no estuvo en tan maravilloso momento.