Mi parto

Hola chicas:

Prometí entrar a contarlo y así lo hago. Di a luz el jueves al mediodía en Santa Cristina, Madrid.
Empecé el miércoles durante todo el día con dolores de regla, e incluso lo comenté aqui, pero no le di importancia. Pero a las once de la noche, los dolores dejaron de ser de regla y los sentía como gases, pero en la parte alta de la tripa. De cachondeo mi maridín se puso a anotar los intervalos, pero eran cada veinte minutos o así y no le dimos importancia. Sin embargo cada vez eran más fuertes y más seguidos, y cuando ya eran cada cinco minutos, sobre la una y media de la mañana, empecé a tomar conciencia de que debía ir al hospital, pero vamos, que eran dolores super flojos, y yo estaba tan feliz porque pensaba que o no era el parto, o si lo era, el dolor no era tanto como decían (¡¡ilusa de mi!!) Me duché y me preparé y a las tres menos cuarto llegamos a la maternidad. Allí me monitorizaron y me hicieron dos tactos superdolorosos y finalmente, a pesar de que a esa hora ya no me podía ni mover de los dolores, la tia bruja que estaba de guardia me mandó a mi casita a las cuatro y media de la mañana, diciendome que como era primeriza, me había precipitado.
El desconsuelo ya era horrible, en casa no podía parar, me subía por las paredes de dolor cada cinco o seis minutos, no encontraba postura en que no me doliera, solo me aliviaban un poco las respiraciones, pero poco, la verdad. Finalmente volvimos a urgencias ya casi arrastrándome y a las nueve de la mañana me ingresaron en dilatación. Estaba sola en la sala, pero aún así no dejaron pasar a mi marido. Desde ese momento lo recuerdo todo como un verdadero trauma. Primero el rasurado, el enema, la horrible sensación de tener que ir al baño y no poder dar un paso de dolor, el sudor frío y un tremendo ir y venir de matronas y enfermeras, me pusieron la via por lo del estreptococo, el monitor, el aparato para tomar la tension, un monitor interno con un cateter... mil cosas, pero desde luego lo único que yo deseaba que era la epidural no se veía por ningun lado. Yo había llegaddo ya de tres centímetros y a las once y media ya tenía 7. Por fin me dijeron que ya venía la anestesísta y fue cierto. tengo que decir que la epidural está fenomenal, pero si te la ponen a tiempo, porque si ya has pasado lo peor, como fue mi caso, pues si, te alivia, pero no tanto como debería, además como ya estaba tan dilatada, entre el tiempo que tardaron en ponérmela, que fue bastante porque la anestesista no encontraba la vértebra qu buscaba, y lo que tarda en hacer efecto, me alivió, claro que si, pero no todo lo que yo esperaba. te quita las contracciones fuertes, pero a cambio sientes la tremenda presión de la cabeza del bebe empujando hacia abajo, y es un dolor tremendo y muy molesto. Me quejé y me pusieron un segundo pico de epidural, pero no le dio tiempo a hacer efecto porque ya estaba de 10 cms y me pasaron al paritorio. Empujé cuatro veces o así, y por fin, justo en el momento en que dejaban pasar a mi marido, alguien dijo que ya se le veía la cabecita... en ese momento ya no me quise enterar de nada más, me lo pusieron encima y lo vi muy moradito al pobrecito, y no pude tocarlo porque la vía del antibiótico me hacia polvo en la mano y de agarrarme para hacer fuerza la tenía insensible. Mi marido lo cogió y luego se lo llevaron al nido. A partir de ese momento mi percepcion del sitio donde estaba cambió por completo, empecé a tomar conciencia de todo, como si toda la mañana la hubiera pasado siendo otra persona. Os juro que intentaba llorar y no me salian ni las lágrimas. Me llevaron a la habitación y el niño me lo trajeron a las dos horas, guapísimo, no es que yo sea su madre, es que el niño es una monada jejeje.
En fin, mi recuperación ha sido rápida, nació a la una menos cuarto y a las ocho ya estaba yo en la ducha. Los puntos son incómodos, no me quisieron decir cuantos tengo, pero yo veo tres por lo menos en el espejo.
Dos días después, el sábado, estaba en casa y aunque es una vida totalmente distinta y la adaptación es diifícil, me siento feliz, eso sí, me moríría ahora mismo si tuviera que volver a pasar por esa experiencia tan bonita, pero tan dolorosa e impactante.

Sólo añadir una cosa más, insistid cuando se lo lleven al nido y cuando os lo quiten la primera noche, en que no le den biberón, porque al mio se lo dieron y me lo han estropeado, pues aún no he conseguido que se me agarre al pecho, es verlo y ponerse a llorar como un desconsolado. Tan imposible es que me he comprado un sacaleches anoche y sólo así, con el sacaleches y dandosela la mia, pero en un bibe, he conseguido que coma. Y no es por falta de leche, sino porque te lo acostumbran a no hacer el esfuerzo de succionar.

Bueno chicas, siento haberme extendido tanto, quiero deciros que os he leído durante todo el embarazo y que vuestros comentarios y respuestas a mis dudas y las de otras compis han sido la mejor ayuda que he podido tener en este tiempo. Mil gracias a todas.

Ali.