No te preocupes
Yo creo que todas tenemos algo de ansiedad ante el parto. Es algo nuevo y aunque hoy en día está en el primer mundo muy cuidado, no está exento de complicaciones. Pero si durante tantos miles de años han seguido naciendo niños, es que no es tan malo ¿no crees?.
Por mi experiencia te puedo decir que iba sin miedo, con ganas ya de tener a mi niño en brazos (ya estaba de 41 + 3, jajaja). Las horas que estás dilatando se pasan rapidísimo, tanto sin epidural como con ella. Las contracciones son dolorosas pero no tan horrorosas como puedas pensar. Más que nada es cansado. Y luego a la hora del parto, el propio cuerpo te pide empujar. Si te concentras en las respiraciones y en las indicaciones de la matrona, ni te enteras. Una vez que la cabecita del niño está abajo ya no puedes parar de empujar. Es increible lo sabio que es el cuerpo.
Y aunque las dos o tres primeras semanas estás incómoda por los puntos que te puedan dar y por las pérdidas que tienes, luego estás de maravilla.
Y te aseguro que tener un hijo es lo mejor del mundo. Lo mejor que puede pasar en la vida.
Un abrazo