Hola cariño.
Te comprendo. Tal vez te sientas rara o distinta a las demás mujeres. Yo también hasta hace muy poco (tengo 37 años). Jamás pensé en tener hijos, y era algo que literalmente me atormentaba.
Me casé, mi marido jamás me presionó con el tema, pero fui yo la que me lancé a los cuatro años de casada. Fue por amor, y porque "ya tocaba". Fue como si yo misma me presionara, luchando contra lo que realmente sentía. Me costó llorar horrores. Enseguida quedé y resultó ser un ectópico. Año y medio después, lo mismo. Así que ya decidimos mantener nuestra decisión de no tener hijos (él tomó la decisión también, porque tampoco quería verme sufrir). Diez años después (en febrero de este año) quedo embarazada sin esperarlo y resultó otro frustrado... y tras esto, todo ha cambiado en nuestra vida.
He tenido que sufrir comentarios horribles y dolorosos de gente que no tiene sensibilidad. Me han hecho sentir de lo peor... y nada de eso cambió mi decisión o mi reacción interna a la hora de pensar en tener hijos. Nada de esto provocaba que yo tuviera sentimientos maternales (y eso que estudié educación infantil, pero una cosa es la educación y otra los hijos).
Mi experiencia te dice que, es con el paso del tiempo y las cosas que te ocurren a tu alrededor, las que te hacen que te plantees ciertas decisiones en la vida. ASí que mi consejo es que vivas el hoy, pero sin tomar decisiones drásticas que te puedan dejar secuelas el día de mañana.
Pensar en hijos, para mí era una angustia que no puedo explicar... pero seguro que me entiendes. Tal vez, por heridas del corazón, o por situaciones familiares, o de educación... ¿Quién sabe?
No te guies por lo que hoy sientes. Vive el día a día. Habla de ello con tu pareja, y si no te respeta, no acepta tu decisión... es necesario que toméis medidas, porque a veces pensamos que con el tiempo la pareja va a cambiar... y no, y luego vienen los problemas.
Antes de nada, por favor, replantéate por qué no tienes ese ánimo (está claro que no porque seas joven, porque lo que dices es algo drástico, para siempre). Te aconsejo que comiences a trabajar en tus sentimientos y emociones. Si crees en Dios, pidele que te abra camino y te guíe para tu sanidad interior. Él ve lo que tú no ves.
Y sobre todo, no te sientas un monstruo por sentir así... No lo eres. Todo esto es por algo, y es en lo que hay que trabajar. Yo tenía depresión oculta. No quería traer un niño a sufrir, habiendo tantos niños que ya sufrían (aun lo pienso, pero mi opción no es o uno u otro, sino los dos).
Sólo animarte, y si deseas hablar o desahogarte, aquí estoy. Te entiendo y te mando el más fuerte de los abrazos que puedas recibir. Noelia.
