Una montaña rusa de emociones. Todas juntas.
La alegría de la búsqueda y la llegada de ese positivo en el mismo mes.
La sombra del miedo de "perder" algo que ya apprendiste que no es tuyo, sólo un préstamo en un intérvalo de entre un instante y toda tu vida.
La paz de sentirte bien y que nada indique que algo malo pueda pasar.
Al fin llega la eco de las 6 semanas, y mi corazón se arruga cuando no se ve nada, ni siquiera un endometrio preparado para una gesta.
Durante esa semana comienza la seguidilla de betas HCG Cuantitativas, todas ducplicando como se debe. De pronto el alma vuelve al cuerpo. Una semana después la ecografía muestra un saco gestacional de 9 mm, lo esperado para los niveles de hormona y lo que se ve en la ecografía, pero no de acuerdo a mi FUM que ya para entonces ni contaba. Levabamos como dos semanas de distancia. Durante esa semana mas betas que seguian estupensamente y una nueva eco.
Entré esa tarde con el corazón arrugado como sabiendo. Y ahí estaba mi super saco gestacional, el votelino y un hermoso embión de 8mm, ya menos lejano a mi FUM. Había crecido tanto y tan de prisa, pero no había latido. Nada, doppler nada de nada, recibía sangre estaba todo ek, pero no tenía latido.
Me agendaron otro eco 72hs después, pero ya sabía yo que no habría latido. y Así fué. Había crecido, estaba muy grande ya de 12 mm, pero sin vida.
Y una vez mas entendí que nada nos pertenece, solo se nos presta.
No sé si lo volveré a intentar, ahora afirmo que no, pero sé que lo que sea que encuentre para desear, no dejaré de soñar.
Como duele estar vivo...