1- Si quieres perder un tiempo crucial para quedarte embarazada, esta es tu clínica: cerquita de los 40 años, seguro puedes permitirte el lujo de perder un añito, dos o los que sean. 2- Si quieres desperdiciar tus óvulos, esta es tu clínica: seguramente cuando acudes a una URA los tendrás más bien contados. Pues nada, aquí saldrás con unos cuantos menos y de peor calidad, al sumarle la pérdida de tiempo.3- Si quieres que aniquilen tus embriones, esta es tu clínica: incapacidad total para hacer un diagnóstico y tratamiento personalizado y acertado. Con lo cual, por muchos embriones que te implanten, estos pobres serecitos están condenados a desintegrarse en tu útero. 4- Si quieres perder dinero, esta es tu clínica: cada tratamiento, punción, transferencia... se te va un pastizal. Y claro, al fracasar, lo vuelves a intentar, vuelves a pagar y así sucesivamente. 5- Si quieres que jueguen con tu salud, esta es tu clínica: como podréis imaginar, es un desgaste perfecto a todos los niveles. Son la combinación perfecta entre la incompetencia y la inmoralidad al dedicarse a un trabajo tan delicado y sensible, sabiendo que van a fracasar una vez tras otra. Conozco dos casos, con nombres y apellidos, que tras muchos negativos en esta clínica, han dado positivo a la primera en otras clinicas (IVI y Crespo).Por mucho que borréis el nombre del Dr. Miguel Barea Gómez del cartel de profesionales, el mayor manazas, aniquilador de embriones y carnicero de cuellos uterinos, seguís siendo una banda de negligentes a la par de inmorales. Este "cuidadoso" doctor provocó un hemoperitoneo, al hacer una "inofensiva" punción ovárica, que casi le cuesta la vida a una paciente. Después no solo no dio la cara, sino que reclamo el dinero del tratamiento previo, con la paciente todavía anémica, de baja laboral y aún con el susto en el cuerpo. Por mucho que ahora ya no esté en este cuadro médico, seguís siendo igual de cobardones, inmorales y negligentes, en especial Mila Martínez Sala al defender a este "carnicero" y tratar de ímbeciles a una pareja, manipulándoles la realidad hasta la insostenibilidad.