En general las empresas de aeronavegación restringen el vuelo a embarazadas a partir de los siete meses de gestación (desde la semana 28 en adelante). Esto es debido a regulaciones de cada empresa y de la duración del vuelo a realizar, ya que no hay médicos a bordo para la atención de un parto de urgencia. Lo ideal es averiguar en la compañía aérea cuáles son las reglamentaciones vigentes con respecto al embarazo antes de decidir el viaje.