Hola a todas! Os escribo un mes después del parto (he estado algo liada con la niña) pero no quería despedirme de vosotras sin relataros como fue el feliz acontecimiento, porque cuando estaba embarazada, este tipo de mensajes eran los que más me emocionaban, así que ahora me toca a mí contarlo.
El 25 de marzo salí de cuentas y mi niña no quería salir. Estaba boca abajo pero sin intenciones de "encajarse" así que, cuatro días después, me ingresaron para provocarme el parto.
Estaba algo nerviosa pero muy confiada en que todo saldría bien porque mi ginecóloga me ha inspirado siempre mucha serenidad.
Después de nueve meses preparándolo todo, la habitación lista y las maletas a punto, por fín llegó el momento. Nos dirigimos hacia el hospital y después de una exploración previa me asignaron mi habitación. Me cambié, coloqué todas las cosas en el armario y me metí en la cama. La matrona llegó enseguida y me rompió la bolsa de las aguas (no duele nada). Empezaron a suministrarme oxitocina y me "enchufaron al monitor". Llevaba medio embarazo con contracciones de Braxton Hicks y ya la noche anterior empezaron a ser más frecuentes. Pero en el momento en que la oxitocina empezó a surtir efecto, las contracciones se volvieron más intensas. En el transcurso de una hora empecé a sentir algo de dolor, pero perfectamente soportable. Y cual no fue mi sorpresa cuando la matrona entró y, tras explorarme, me dice que me bajan ya a la sala de partos para ponerme la epidural!! Yaaa? ¿Tan pronto? En sólo una hora?... Pues sí queridas amigas, flipad! Sólo una hora de contracciones! Y casi sin sentir dolor, en serio! Se ve que dilaté bien y rápido, porque no me lo explico. Tanto tiempo asustada temiendo ese momento y al final ni me he enterado.. En cuanto llegué a la sala de partos, estaban esperándome todos: ginecóloga, matrona, anestesista, auxiliares y el pediatra! Me los presentaron muy amablemente y enseguida me pusieron la epidural. Ni me dí cuenta. Sólo tienes que estar muy quieta. Notas el pinchacito de un alfiler en la espalda! Nada más! Os lo prometo!
Y se acabó el dolor, si se le puede llamar dolor a lo que yo sentí.. Desde ese momento, estuve de charla con todo el que pasaba por allí. Empujaba en cada contracción pero no me dolía. Estuve una hora y media empujando y me tuvieron que ayudar con una ventosa, pero sin problemas. Cuando mi niña empezó a asomar la cabecita, llamaron al papá. Nos emocionamos mucho al vernos y me encantó que estuviera conmigo el resto del parto, de mí mano y entre mis piernas, cotilleando.. Noté como salía la cabeza (la sensación es impresionante) y rápidamente el resto del cuerpo. La subieron para enseñárnosla y fue el momento más emocionante de toda nuestra vida. Después de tantas semanas deseando ver su carita, ahí estaba, preciosa, perfecta y enorme! No sé quién lloraba más, nosotros o ella. Mi marido y yo nos abrazamos y nos dijimos mil "tequieros".. ya éramos una familia! No os lo puedo explicar con palabras, es extraordinario.. ya lo viviréis vosotras. ..
Lo demás fue coser y cantar, nunca mejor dicho, me pusieron muchos puntos pero como no sientes nada...
Y se acabó! Me subieron a la habitación y mi niña ya estaba allí, con toda la familia. Ahora la tengo aquí a mi lado y me mira con sus ojitos dormilones. Me la comería!
Así es que, amigas mías, mi experiencia ha sido maravillosa. Está chupado!! Para tener mañana otro bebé, de verdad! No os asustéis, hoy por hoy, el parto sin dolor es realmente sin dolor! Al menos en mi caso.
Muchísimas gracias por todo y suerte a todas.
Siempre,
Mónica.
...aunque con la suerte que tengo...ya veremos
