Aborto con la seguridad social en España

Hola a todas,
me gustaría compartir mi experiencia interrumpiendo mi embarazo a finales de 2019 en Madrid, ya que cuando me enfrenté a esta situación tuve muchas dificultades para encontrar testimonios reales de mujeres que hubieran pasado por lo mismo y que me pudieran ayudar en la decisión de cómo hacerlo.
Desde luego cuando el resultado de la prueba de embarazo es positivo y no lo estabas buscando las emociones que te invaden son una bomba. Miedo, incertidumbre, rabia, tristeza, autojuicios, presión, estrés… y desde luego, el gran estigma que aún tiene abortar no ayuda en esta, ya de por sí difícil, decisión.
Una vez has elegido que lo mejor para ti y tus circunstancias es interrumpir el embarazo, creo que hay que ponerse en marcha cuanto antes, ya que si dejas pasar demasiado tiempo tus opciones metodológicas se reducen. Yo me di cuenta muy pronto de que estaba embarazada, llevo un registro muy riguroso de mi ciclo menstrual y algo no iba como siempre.
Apenas estaba de 3 semanas cuando llamé a una de las clínicas autorizadas por la seguridad social para realizar abortos y al día siguiente ya tenía cita. En esta primera cita me hicieron una ecografía para confirmar las semanas de gestación y me entregaron información sobre qué derechos tiene una mujer embarazada en este país, diferentes ayudas a tu disposición y los distintos métodos para abortar con sus correspondientes riesgos.
La siguiente cita que tuve fue en la Consejería de Sanidad de mi ciudad, donde te entregan un justificante de pago de la seguridad social que garantiza que la intervención es gratuita para ti.
La próxima cita fue para la interrupción. Como estaba de menos de 7 semanas y no tengo ningún problema grave de salud, podía decidir cuál de los dos procedimientos prefería, si el farmacológico o el quirúrgico. Decidí que prefería hacerlo con pastillas ya que, por como soy, pasar por el quirófano iba a resultarme mucho más traumático.
Cuando llegué a la clínica, la primera doctora que me vio dio por hecho que el aborto iba a ser quirúrgico y que me iban a sedar por completo, la verdad es que esto me puso muy nerviosa porque yo ya tenía pensado usar las pastillas y esta doctora solo intentó quitarme la idea de la cabeza (la mayoría de la gente usa la sedación completa y va al quirófano sin más).
Aún así me mantuve firme en mi decisión. Me repitieron la ecografía, me sacaron un poco de sangre y me dieron la primera pastilla, que básicamente hace que tu cuerpo deje de producir progesterona y se interrumpa el embarazo.Esta primera pastilla no tuvo efectos secundarios en mí. Las siguientes pastillas son prostaglandinas, que te provocan contracciones para que expulses todo lo que hay dentro de tu útero. Me puse la primera a las 9 de la noche, vía vaginal, la siguiente a las 12 y las dos últimas a las 6 de la mañana.
A partir de las 2 de la mañana tuve dolores continuos, cada muy poco tiempo notaba una fuerte contracción, como un dolor muy intenso de regla, para mí fue soportable, pero no pude dormir en toda la noche. Tomé un paracetamol, ya que en la clínica me dijeron que era lo único que podía tomar para los dolores, pero no me hizo prácticamente nada. El sangrado fue en aumento a medida que pasaba la noche, con grandes coágulos.
Al día siguiente a primera hora tenía que volver a la clínica para que revisaran que todo había ido bien. En la ecografía vieron que el aborto estaba hecho pero que mi cuerpo no había expulsado toda la sangre que debía y tenía una gran bolsa de sangre en el útero aún, la ginecóloga me recomendó que bajara a quirófano a que me lo aspiraran. Me explicó que las prostaglandinas habían hecho que mi cuello del útero estuviera muy dilatado y que esto facilitaba el proceso, con un poco de anestesia local y una cánula de aspiración ya estaba solucionado.
De camino al quirófano, una enfermera me preguntó si estaba segura de que quería anestesia local y no sedación, pero ante las palabras de la ginecóloga, dije que con anestesia local estaba bien. Así que así lo hicieron, el pinchazo de la anestesia no me dolió más de lo que me habían dolido las contracciones de la noche anterior pero la aspiración fue lo más doloroso que me ha pasado jamás. Fue muy desagradable, lo noté absolutamente todo pero estaba tan en shock por el dolor que no pude ni articular palabra y cuando la ginecóloga terminó la aspiración mi útero tuvo una contracción que no me dejaba prácticamente ni respirar ni moverme y que solo se me calmó cuando me pusieron un analgésico vía intravenosa. Cuando me recuperé del dolor y la anestesia me dieron una serie de pautas y me pude ir caminando por mí misma de la clínica, no pasé allí mucho más de dos horas ese día.
Tuve dolor en los pechos, malestar general y debilidad unos días, también sangrado medio durante una semana, algo perfectamente normal después de la intervención. La regla me regresó justo 1 mes después del aborto.
Si tuviera que volver atrás sinceramente haría caso a la primera doctora que me atendió y me sedaría por completo al entrar en quirófano, el dolor que pasé fue innecesario y traumático, y allí dentro el trato es bastante frío, lo cual te hace sentir bastante vulnerable si estás consciente, por esto creo que mejor no estarlo. Además aunque se puede acudir sola a abortar porque, como he dicho, sales caminando de allí por ti misma, yo me sentí más tranquila teniendo a alguien esperando que me acompañara a casa.