Hace dos meses y medio me quedé embarazada. Estaba tomando la píldora, pero me puse enferma y debido a los vómitos perdió su efecto.
Esto me supuso un choque emocional tremendo, mis circunstancias personales no me permitían tenerlo, pues tengo diecinueve años recién cumplidos, estoy cursando una carrera universitaria que pagan mis padres a 300 kilómetros de casa, y lo pasamos muy mal para llegar a fin de mes.
Mi pareja intentó sacarlo adelante, pero él también es estudiante y en las mismas condiciones que yo, así que ambos hablamos y decidimos que era el momento de tomar la dura decisión de abortar.
Hace hoy dos semanas lo hice, pero estoy bastante preocupada, porque al tener que estudiar, trabajar y tener animales conmigo no me he tomado muy enserio las precauciones que me mandaron a tomar. Se suponía que sangraría sólo los cinco primeros días del legrado, pero durante esos días no sangré, empecé a sangrar el sexto y hasta hoy sigo haciéndolo.
Las medidas que me mandaron tomar fue una medicación contra el dolor y antibióticos los dos primeros días, más unas gotas para evitar el sangrado durante quince, pero no me hacen efecto. Tampoco podía practicar relaciones sexuales con penetración durante quince días, pero como no sangré durante los cinco primeros días el médico me dijo que no pasaría nada siempre y cuando tuviese cuidado y lo hice. Después de eso no paro de sangrar.
También se suponía que no podía bañarme en la playa o en piscinas durante quince días, pero al décimo lo hice porque mis perros se tiraron al agua y uno de ellos no sabía nadar.
No podía tomar el sol los cinco primeros días, pero lo hice (tomando agua y con sombrero) todos porque tenía que sacar los perros mínimo tres veces al día y dónde yo vivo ahora mismo hay cerca de treinta y cinco grados.
Y tenía que realizar reposo y ningún esfuerzo físico durante estos quince días, pero para no preocupar a mi familia he seguido yendo a clase andando y a trabajar (pues lo necesito para contribuir con el pago de mi casa mientras curso la carrera), donde me paso cuatro horas de pie de un lado para otro pues soy comercial, además de correr con los perros por la playa, entrenar los caballos de mi vecino y dos partidos cortos de baloncesto con mi familia en un torneo de fin de semana.
Y por último, antes de ayer empecé a despertarme con la camisa empapada de leche, y cuando estaba embarazada no tenía ni una gota.
Lo cierto es que las consecuencias físicas no son ni de lejos peores que las psicológicas, pero poco puedo hacer ya.
Sigo creyendo que hice lo correcto, pero nadie me quita las pesadillas y los remordimientos de la cabeza. Ojalá mis circunstancias hubieses sido diferentes.
Si alguien puede ayudarme, darme algún consejo, o explicarme si lo que me pasa es grabe y cuánto tardará en quitarse estaré, de verdad, profundamente agradecida.