Hola a todas, tengo 16 años, soy de Alicante (España) y os contaré mi historia. Con la cual espero concienciar a ciertas mujeres de que el aborto es muy duro, tanto física como psicológicamente hablando. Mi novio tiene 23 años, llevamos saliendo un año, mis padres lo llevan bastante bien, este mes ha estado viviendo en mi casa y somos muy felices. Tengo relaciones con él desde hace un año, (con protección) y no me arrepiento de nada. Hace tres semanas que aborté con el medicamento Cytotec. El viernes fue cuando nos enteramos de que estaba embarazada, de más de tres semanas... no podía creerlo, por una parte, me sentí genial, feliz y alegre porque supe que en un futuro podría quedarme embarazada (tengo problemas de riñón y no es muy recomendable quedarme embarazada, me dijeron que hasta ni podría) es mi mayor ilusión, pero por otro lado... me sentí fatal, lloré junto a mi novio por casi una hora... no podíamos tenerlo. Yo no me sentía preparada y estaba muy asustada. Entonces, hablado hace días, tuvimos que decidir abortar. A ninguno de los dos nos hacía gracia alguna de tener que hacerlo, aquella noche no dormimos apenas, ni los días siguientes... El proceso de aborto con Cytotec (más eficaz) consiste en introducir 4 pastillas en la vagina lo más profundo que se pueda, para que "destruya" el óvulo fecundado. Veinticuatro horas después, se ontroduce la segunda dósis de la misma cantidad. Los efectos secundarios suelen ser calambres, abundante sangrado a las pocas horas, vomitos, diarrea y demás... Os cuento que yo lo pasé fatal, y encima con mi madre (que no sabía nada) y mi hermana pequeña por casa. Me dormí mientras mi novio se fue a trabajar. No sangré mucho pero me dolía horriblemente. Cuando todo acabó... me di cuenta de lo que había hecho, aunque ya lo sabía. Mi hijo, ya no estaba. Y lloré. Me morí por dentro. Y aún lo hago... Escribo esto porque de verdad... no entiendo cómo gente desea abortar... por muchos problemas que se tengan se pueden afrontar, hay más soluciones... siempre hay más soluciones. Yo aborté porque no tenía opción, pero nunca lo busqué, hasta me negué a abortar un día antes. Soy un monstruo... una asesina, una mala persona... me lamento de todo lo que hice. Tendría que haberme sentado con mis padres y contarselo. Pero Fran tenía miedo a que nos separasen... y yo también... ambos queríamos tenerlo, pero no era el momento. Hicimos una promesa, cunado cumpa los 21 tendremos a la pequeña Celia. Sin arrepentimientos ni nada de eso. Celia, falta menos hija mía. Te amo. Mamá.
