Eso lo reconoce hasta la sego
Es una realidad que casi nadie discute. Hay muchos intereses en juego. En mi experiencia, el factor más importante es que en la privada se hacen muchísimas inducciones, lo que eleva enormemente la posibilidad de acabar en un quirófano, para acomodar los partos a las apretadas agendas de los ginecólogos.
En cuanto al interés económico, está claro que si ganas lo mismo por un parto normal, en el que has de estar disponible 8, 12, 16 o 24 horas, que por una cesárea, que resuelves en 45 minutos, te interesa mucho más la cesárea que el parto normal.
Otro factor es que en algunos hospitales de la pública tienen algunos protocolos para reducir el número de cesáreas, y también se hacen sesiones clínicas (deciden entre varios profesionales: gines, matronas, pediatras...), lo que ayuda a valorar mejor la necesidad de una cesárea que si lo decide un sólo gine, como en la privada.
Otro factor importantísimo también es que en la pública te atienden comadronas desde el principio hasta e final, lo que reduce muchísimo las posibilidades de una cesára, mientras que en la privada, aunque también te recibe una comadrona, esta no actúa con plenas competencias ni conforme a los principios de su profesión, pues está supeditada a la relación mercantil del médico con su cliente (la futura madre), y además él o la gine tienen que aparecer aunque sea al final para dar el toque de gracia, hacer la episiotomía o llevarse los méritos. En la pública el gine sólo aparece si de verdad se le necesita, si hay problemas.
Para saber más, te recomiendo el libro "Guía de la mujer consciente para un parto mejor" de Henci Goer, que traduje yo misma. Puedes encontrarlo en www.obstare.com
Un abrazo,
Fran
www.franciscafernandezguillen. com