Hola a todas. Este es mi primer post aquí. Necesito desahogarme ya que si no voy a terminar explotando.
Todo comenzó hace 6 años, en la fiesta de fin de año de los tíos de mi marido. Acabábamos de casarnos hacía sólo medio año y nos (me) hicieron una encerrona en la que no pararon de agobiarnos (me) con que ya era hora de que tuviéramos hijos ya que habíamos estado de novios un montón de años. En aquel momento no estábamos por la labor de tener niños (yo estaba sin trabajo, y como había sido autónoma no tenía paro ni subsidio de ningún tipo, vamos que la situación no era la más adecuada para traer un niño al mundo), y además, yo estaba muy susceptible con la familia de mi marido porque, por decirlo de un modo fino, son bastante cotillas y metomentodos. Con deciros que mi suegra entraba con su llave sin permiso en mi casa, con gente a la que yo no conocía de nada a enseñarles MI piso, MIS cosas, sin importar que yo estuviera en bolas, por ejemplo, acabada de salir de la ducha, o ni siquiera dándome un toque antes para pedir permiso, o llamar a la puerta como las personas civilizadas. Luego se excusaba con voz de inocente diciendo que ella no quería molestar y que de haber sabido que me iba a sentar mal no lo habría hecho. Obviamente con esto convencía a su hijo, pero a mí no, y desde entonces siempre estoy con la mosca detrás de la oreja cuando de ella se trata, y jamás confío en ella.
Me metía en casa a su gato, sabiendo que yo soy alérgica... Bueno, podría seguir pero supongo que ya os hacéis una idea del tipo de persona que es. Y así, más o menos, son todos en su familia.
El tema está en que aquella noche de celebración nos tuvimos que ir, realmente incomodados por cómo estaban hablándonos (me). Me pusieron entre la espada y la pared y se oponían a mis razones de no querer aún ser madre con malos modos y tonos. La cosa se caldeaba, así que nos fuimos... Y tuvimos la primera discusión fuerte mi marido y yo mientras volvíamos a casa. Yo le echaba en cara que no me hubiera apoyado ni un poco y que se hubiera quedado callado, ya que eran su madre y sus tías las artífices de la emboscada, y yo por respeto no les encaré como se merecían. Y supongo que ellas, sabiendo que yo no me iba a rebotar, se ensañaron aún más.
Aquello se convirtió en una tradición familiar, y en cada celebración, en cada reunión ya sé que me espera la encerrona de turno, y mi marido callado y sin defenderme.
Obviamente con los años, el tema ha evolucionado hasta tal punto que sin preguntar nada y sin saber nada ya dan por sentado que soy yo la que no quiere tener hijos, porque soy una rancia, y le aconsejan a mi marido que PINCHE LOS CONDONES sin que yo me entere. Os podéis imaginar el bochorno que siento cuando por respeto a su familia me callo y no les mando a la mierda y les escupo en el plato, algo que creo que sería hasta terapéutico y me estaría ahorrando ahora escribir el ladrillo que estoy escribiendo.
Como las peleas entre nosotros eran ya constantes y los motivos principales son que no me defiende y que su familia no tiene derecho a inmiscuirse en nuestra intimidad decidimos por mútuo acuerdo guardar en secreto para todo el mundo que desde hace 2 años decidimos ir a por un bebé y aún no lo conseguimos.
Estamos esperando a que nos cojan en el programa de fertilidad de la seguridad social. A quien le haya pasado esto sabrá lo impotente que se siente una mujer cuando no puede quedarse embarazada y el estado anímico tan deprimido en el que se encuentra una.
Me siento muy sola, ya que por nuestro mutuo voto de silencio, ni siquiera se lo he podido explicar a mi madre, quien siempre me ha apoyado y ayudado.
Ahora me toca lidiar cada mes con esperar a que me venga la regla irremediablemente y escuchar de la boca de mi familia política que soy una estrecha y una borde que no quiere tener hijos.
A veces la situación se hace insoportable y no puedo evitar echarme a llorar de rabia una vez estoy sola en casa.
No quiero pelearme con mi marido por le quiero con locura, pero esto está comenzando a superarme. Y además, ahora por muy deprimida que esté, me puede más el orgullo y la rabia que le tengo a su familia, y no me apetece explicarles la situación. ¡Como para que encima se crean con derecho a darme consejos de fertilidad! ¡Después de años echando pestes sobre mí!
Más que consejos, aunque también son bienvenidos, busco opiniones, saber si a alguien le ha pasado algo parecido, y saber si finalmente habéis conseguido concebir.