El cabrini, todo mentira
Soy ex-alumna de este Colegio y mi marido también.
Cuando nosotros íbamos, las cosas eran muy difierentes. Las monjas se involucraban de verdad en los problemas de los niños y las familias. Recuerdo a madre Inés visitando a familias con huerfanos de padre o madre y a madre Eufemia quedandose con niños despues de horario hasta que venían sus padres de trabajar a buscarlos. Ayudaban a las personas mas desfavorecidas y a los niños que tenían problemas de rebeldía, baja autoestima, hiperactividad, etc.
Ese ideario educativo es el que nos animó a llevar a nuestros hijos a este centro....... Y entonces es cuando llegó nuestra gran decepción.
No se preocupan por los problemas del niño, sólo quieren "cubrir el expediente" al "minimo exponente". Permiten insultos xenofogos y graves, ridiculizan a los niños ante sus compañeros, los regañan todo el rato por tonterias, si son un poco movidos se los "quitan de enmedio" echándolos de clase o mandadoles a por tiza, a recoger algo a dirección, etc.
Los profesores son malísimos profesionales, con unos metodos retrógrados y obsoletos que no aportan nada ni ayudan a nadie. Se de profesores/as que leen el períodico en clase, hablan por el móvil, regañan y castigan si vienen cabreados de casa, los llaman bobos, tontos, los ponen en evidencia delante de sus compañeros, castigan por "inercia", no explican y ponen controles de temas no dados ........ y, además, esperan que en casa les enseñemos a los niños cosas que deberían enseñar ellos, que para eso les pagan (por ejemplo, a leer, a dividir, etc....).
Es una pena de Colegio.......con lo que antes era.
Nosotros seguimos llevando a nuestros hijos por cercanía y porque es el único concertado de la zona y no nos interesa que en sexto de primaria vayan a los institutos públicos, pero cada vez nos lo replanteamos mas, pues cada vez es peor.
No obstante, ahora que os padres somos personas preparadas personal y profesionamente y debemos velar porque a nuestros hijos se los valore y respete como personitas que son. Por eso yo me he propuesto que, cuando se trate de los míos, no pienso consentir que en este colegio se los machaque, degrade, insulte o se les falte el respeto en ningún momento. Y llegaré tan lejos como haga falta.