Buenas a tod@s! Ante todo presentarme, mi nombre es Alba y soy mamá desde hace dos meses de una maravillosa niña que se llama Juno. El tema es complicado y largo...así que allá voy. Mi hija nació el 9 de agosto, ya en el hospital me dificultaron mucho la iniciación a la lactancia materna por el hecho de que estuvo en el nido con fototerapia. Creyeron conveniente "no perder tiempo intentando que se enganchase al pecho" puesto que necesitaba bastantes horas de luz en la incubadora, por lo que se alimentaba de biberon (blemil forte). Al llegar a casa logré sin éxito que aceptase mi pecho, así que entre pezoneras y sacaleches le daba todo lo que podía de mi leche. Al poco tiempo al ir ella demandando más leche dejé de producir suficiente con el sacaleches, así que segui dándole blemil. Empezó a estreñirse y le cambié a almiron digest, que le sentaba estupendamente y hacia las cacas muy bien. Y a partir de aquí empezó todo; comenzaron los vómitos y los llantos después de comer, las patadas mientras comía...así de repente, de un día para otro. Tras vomitar 3 bibis seguidos un día me fui de urgencias al hospital...al no vomitar nada allí ni me la miraron prácticamente y me mandaron para casa acusada de reflujo. La cosa siguió igual, seguía vomitando y el pediatra me mando empezar a tomar almiron AR (antiregurgitaciones). Si que es verdad que la niña echaba menos bocanadas de leche, pero si tenía que vomitar por derecho algún biberon al día lo hacía y a caños. No es hasta 3 semanas después (3 semanas en la que la niña ha cogido de peso solo entre 30 y 40 gramos a la semana) que consigo cita para una ecografia en la que se evidencia un reflujo pero muy débil, de escasa relevancia. Mi pediatra me manda ranitidina 0.5 ml cada 12 horas (mi hija nació con 3 kg y con 2 meses pesa 3.750). Si bien parece que con la dichosa ranitidina han remitido los vómitos por completo, mi hija no concilia el sueño, tiene nauseas acompañadas de fuerte salivación constantemente que desaparecen casi cuando le toca tomar el bibi de nuevo, patalea y llora justo cuando termina de comer. Actualmente toma 120 de bibi y creo que puede que se quede con hambre, pero en cuanto le meto 135 ml las náuseas se le agravan mucho más. En la farmacia me comentan que pueda ser alérgica o intolerante a la lactosa...que lo hable con la pediatra y le haga las pruebas, pues la niña lleva 2 semanas sin vomitar ni un biberón y no gana el peso que debería ni de lejos. En fin, el lunes viaje de nuevo a la pediatra y a ver qué ocurre con esas pruebas. Como último dato decir que actualmente toma bibis de 3 cacitos de almiron antiregurgitaciones y 1 cacito de almiron para lactantes de bajo peso.
Se que ha sido un rollo extenso pero de verdad agradecería alguien que me comentase su experiencia o si pasó por algo parecido, o si tiene idea de qué puede ser lo que tenga realmente, porque verla así de angustiada toma tras toma es una tortura.
Muchas gracias y saludos!
