Sugerencias para que se tomen los medicamentos los bebes y los niños
Sólo una cucharada de azúcar: sugerencias para administrar medicamentos a los chicos
por Suzanne Dixon, Doctora en medicina, y Angela Rosas, Doctora en medicina
Muchos padres primerizos (y también algunos con experiencia) no tienen muy claro cómo administrar los medicamentos a sus bebés o chicos chiquitos. El secreto está en estar convencidos de que el chico necesita el medicamento. Un chico puede percibir cualquier duda que vos tengas, lo cual hará que se resista a tomar el medicamento, sin importar lo que vos hagas. Tu única solución es que creas firmemente que estás haciendo lo mejor. Tené confianza y determinación. Si no estás convencida de que el chico necesita el medicamento, hablá primero con su médico, en lugar de tratar de administrárselo sin estar totalmente segura.
Si tu hijo detesta tomar medicamentos y su pediatra considera que es fundamental que se lo dés, consultá a su médico. Preguntá por otros medicamentos, cuyo volumen sea menor, que puedan ser ingeridos con menor frecuencia y que tengan un mejor sabor. También puede ayudarte probar con una forma diferente, ya que algunos niños toleran más una pastilla pisada, mezclada con la comida, que un jarabe con gusto extraño.
Sugerencias generales para que el chico trague el medicamento
Bebés
Chicos chiquitos y en edad pre-escolar
Chicos en edad escolar
Sugerencias generales para que tu hijo trague el medicamento.
Asegurate que tu hijo esté parado o sentado en un ángulo de 45 grados en el momento de tomar el remedio. Esto reduce el riesgo de que se asfixie.
Si el medicamento es líquido, dáselo por un costado de la boca, cerca de la mitad de la lengua. Si el líquido va directamente al centro del paladar, le provocará un reflejo de vómito. Si son tabletas colocalas en la parte posterior de la lengua.
Cuando sea posible, disfrazá el gusto feo del remedio. La mejor forma es mezclarlo con algunos de sus alimentos favoritos, como puré de manzana, yogur, torta, (en chicos de 2 años o más) o mermelada. Para los chicos que se resisten más, probá con pedazos de algún caramelo blando o helado.
Es probable que mezclar el medicamento con algún líquido, ya sea jugo, leche maternizada o leche no sea una buena idea, ya que una parte considerable del medicamento quedará adherida a la taza, el vaso o la mamadera. Si decidís darle el medicamento con un líquido, utilizá una pequeña cantidad y asegurate que el chico lo ingiera por completo.
Si vas a usar una cuchara, elegí una con medida, ya que es más precisa que una común y corriente. Mejor aún, utilizá una cuchara plástica con marcas para dosificar medicamentos.
Nunca te refieras al medicamento como si fuera un caramelo. Esto puede provocar una confusión potencialmente peligrosa. Simplemente, decile lo que es.
Por ninguna razón permitas que un chico tome sus medicamentos sin supervisión.
No negocies ni sobornes o, de lo contrario, tendrás que pagar cada vez un "precio" mayor. Además, al hacerlo, le das a entender que tomar medicamentos es una actividad negociable y no es así. Cuando llegue el momento, podés darle algo a elegir, por ejemplo, el recipiente del cual va a tomar o la habitación donde lo va a tomar, pero nunca le dés a entender que existe otra opción a cambio de la cual se tome su medicamento.
Si el chico no quiere tomarlo, no lo castigues. La mayoría de los medicamentos no tiene buen sabor y todos estamos programados para evitar los gustos amargos, que suelen ser venenosos cuando se encuentran en la naturaleza. Simplemente insistí y seguí adelante.
Una vez cumplida la misión, no olvides darle un GRAN abrazo y las felicitaciones correspondientes por haber hecho un buen trabajo, ¡para ambos!
Las siguientes son algunas estrategias y técnicas específicas, de acuerdo a la edad de tu hijo.
Bebés
Sostené a tu hijo en un ángulo de 45 grados, con las manos hacia abajo y sosteniéndole la cabeza. Utilizá una jeringa plástica, un gotero y dejá caer las gotas del medicamento en la parte posterior de la lengua, cerca de los costados. Evitá vaciar el gotero en la parte interna de las mejillas porque, seguramente, tu bebé lo escupirá en cuanto pueda. Además, evitá vaciar el medicamento directamente en su garganta, porque el bebé podría ahogarse. Dele un poco de leche o jugo.
Bebès chiquitos y en edad preescolar
Vos podés reducir, de muchas maneras, el feo gusto de algunos medicamentos líquidos.
Enfriá el remedio y, después, hacé que tu bebé chupe un helado de agua o pedacitos de hielo antes de que tome el medicamento. Luego, dale algún líquido frío que le guste para que pase el mal sabor. Las bajas temperaturas entumecen las papilas gustativas.
Mezclá el medicamento con algún alimento de sabor fuerte, por ejemplo, torta de chocolate. Asegurate que tu hijo se coma toda la mezcla de alimento y medicamento. También podés diluir el medicamento en algún líquido de sabor fuerte, como jugo de manzana, por ejemplo, siempre y cuando el chico se lo tome todo.
Los niños entre 1 y 4 años son los que, con mayor seguridad, rechazarán una y otra vez el medicamento. Esto se debe a que los chicos de esta edad tienen ideas muy claras respecto de lo que comen y toman y suelen ser muy cautelosos, incluso con aquellos alimentos que, a nuestro juicio, tienen buen sabor. Una forma de disminuir una gran resistencia es escuchar lo que tu hijo tiene que decir respecto a la ingesta del medicamento antes de que intentes administrárselo. Si te mantenés firme acerca de la importancia de tomar el medicamento mientras lo escuchás, te sorprenderás de la cooperación que finalmente conseguirás de tu hijo.
Tu último recurso será sujetarlo y administrarle el medicamento, pero esto le dará una sensación de impotencia al chico. Es probable que escucharlo primero funcione mejor. Si hay otro adulto presente, uno de los dos puede abrazar al chico, sosteniendo sus brazos hacia abajo y manteniendo la cabeza en un ángulo de 45 grados. El otro administra el medicamento tal como describimos antes para el caso de los bebés, es decir, con una jeringa plástica. Si estás sola en el momento de darle el remedio, podés enrollar al chico con una sábana o manta con los brazos hacia abajo, mientras lo sostenés en un ángulo de 45 grados y, luego, darle el medicamento con una jeringa plástica (mirá la referencia mencionada más arriba).
Enseguida, elogiá a tu hijo por haber tomado el remedio, pero hacele saber que, si la próxima vez se niega a tomarlo, tendrás que volver a sostenerlo. Hacelo elegir entre tomar el medicamento por sí solo o sujeto por alguien.
Niños en edad escolar
Los chicos de esta edad pueden entender por qué es necesario que tomen un medicamento y se sentirán más tranquilos en el momento de hacerlo. Pueden, incluso, tomarlo por sí mismos mientras un adulto los vigila. Si a tu chico no le gusta la idea de tomar medicamentos, usá un sistema de premiación con estrellitas y recompensalo por tomar una sola dosis o la del día. Si los líquidos con mal sabor y las tabletas masticables son el problema, fijate si tu hijo está listo para tragar comprimidos.
Los niños pueden aprender a tragar a los 5 años, aunque les será más fácil hacerlo cuando estén en la primaria y tengan unos 7 u 8 años. Para enseñarle, hacé que tu hijo trague una pequeña cantidad de algún alimento blando sin masticarlo. Poco a poco, intentá darle alimentos pequeños más duros que se disuelvan, rápidamente, en la boca en caso de que se le atasquen, por ejemplo, confites de chocolate o pedacitos de hielo. Cuando sea la hora de tomar el medicamento, intenteá darle comprimidos chiquitos enteros o partí los grandes por la mitad o en cuatro.
Ver también
Muchísimas gracias beth
como siempre, pones cosas muuuuy interesantes y que vienen muy bien en estos días en que parecemos una farmacia ambulante.
Gracias por tu trabajo, de verdad. Un beso
Viviana+Gonçal ( el mocoso rebelde )