Mi experiencia personal
Tengo un niño de 4 años y me compré entonces un termómetro de oído, que además me costó un pastón, y el tiempo me ha demostrado que fue una mala malísima compra, y encima el pediatra tenía razón, la temperatura no la da exacta, varía hasta de un oido a otro, y encima, como es natural, el cerumen impide la lectura correcta. el caso es que mi niño, cuando tenía dos añitos, sufría bastante de otitis y el termómetro no hacía ni una lectura correcta, hasta 2 grados menos! Al final, los mejores son los de toda la vida y como mucho los digitales con lectura normal, por lo menos eso pienso yo.