Te invito a la reflexión.
¡11 semanas! Ojalá pudieras ver a tu hijo, verías a una pequeña personita con una cabeza un poco más grande y desproporcionada que es cuerpo, ligeramente encorvado sobre sí mismo, flotando en el líquido amniótico, seguro en tu vientre.
Ojalá pudieras verlo, no querrías que lo mataran. ¿Te has hecho un ultrasonido? Puedes ya escuchar su pequeño corazón latir ávido de vida.
¡¡Piénsalo!! Tu hijo o hija sólo te tiene a ti, no dejes que le hagan daño.