Buenos días chicas.
Tengo artritis reumatoide diagnosticada desde hace casi 3 años, cuando nació mi hija.
A los pocos días de nacer, me dolían las articulaciones, hasta el punto de no poder ni siquiera cogerla.
Fui al médico y se lo comenté y ahí me empezaron a hacer las pruebas y todas dieron positivo, FR, PCR, anticuerpos, todo.
Mi reumatologa me dijo que como no eran inflamaciones que se mantuvieran mucho tiempo, porque un día me dolía por ejemplo un hombro, pero al siguiente estaba bien, ibamos a esperar a acabar con la lactancia para poner metotrexato. Cuando mi hija ya no quiso más pecho, fui a la revisión y me habían cambiado de doctora. Esta me dijo que nada de metotrexato, porque no cumplía algunos de los criterios para que fuera artritis reumatoide, así que me cosió a AINES durante un año entero, en el que yo no iba mejorando, al contrario, cada vez me duraban más las inflamaciones, e incluso en el pie izquierdo se me había quedado la inflamación y el dolor fijos y ya no me cedían con los AINES. Aún así, esta buena doctora, me dijo que todavía no cumplía todos los criterios y me dijo que ibamos a probar con los corticoides y que me hiciera unas plantillas especiales de descarga de los metatarsianos, para el dolor del pie. Cuando volví a la siguiente revisión, y le dije que no solo no me había cedido el dolor sino que me estaba empezando en el otro pie, ya decidió que iba a empezar a tratarme con lo primero que se empieza a tratar en esta enfermedad que es la hidroxicloroquina (Dolquine 200). Cuando volví a la consulta, con las pruebas que me había pedido para ponerme este tratamiento, ya casi no podía andar con ninguno de los dos pies, aparte de tener afectados muchos dedos de las manos, y algunas articulaciones grandes, como las rodillas, muñecas y hombros.
Afortunadamente en esta última revisión, año y medio después, me volvieron a remitir a la doctora que me diagnosticó la enfermedad, y que me volvió a decir lo del metotrexato, ya que según estaba avanzando de rápido mi enfermedad poco ibamos a hacer ya con el Dolquine.
El problema del metotrexato, es que de embarazo no se puede ni hablar mientras estás tomandolo, ni cuando estás en los periodos de descanso del tratamiento.
Mi doctora me dijo que si quería volver a ser mamá, tenía dos opciones: intentarlo ya mismo, y como mucho darme de tiempo hasta final del año ( la consulta fue en abril), o ponerme por lo menos dos ciclos, de 6 meses de tratamiento y 6 de descanso ( ella aconseja siempre 6 para mayor seguridad). Con lo cual tendría que esperar dos años para intentarlo y ver como estaba mi cuerpo para entonces.
Decidí arriesgarme a intentarlo ya, a pesar de que el dolor era muchos días insoportable, hasta el punto de tener varios días de no poder levantarme de la cama. Estaba tomando el Dolquine, y ella me dijo que tardaba unos meses en empezar a hacer efecto. A Dios gracias, que cuando empezó a hacerme efecto, me relajé un poco más y empecé a vivir mejor, y en septiembre del año pasado me quedé embarazada.
La verdad, es que ha sido para mí un alivio. He dejado de tener prácticamente dolores, salvo alguna inflamación que aparece de vez en cuando, pero que desaparece al día o día y medio siguiente.
El miedo lo tengo cuando de a luz. Mi doctora me ha dicho, que probablemente todo vuelva una vez acabe el embarazo.
Me da mucha pena, porque a lo mejor no puedo dar el pecho a mi nena, pero bueno. Pensandolo bien, no merece la pena darle el pecho, si el dolor me impide pasear con ella o incluso cogerla, así que depende como vaya todo, empezaré con el metotrexato o no.
Perdón por todo el rollo que os he contado.
¿Cómo lo lleváis vosotras? ¿Esperaron para poneros tratamiento hasta que tuvisteis tantas articulaciones afectadas?
Gracias a todas.