Buenas noches,
abro este post para desahogarme y preguntar por vuestras experiencias. Os cuento.
A finales de Enero perdí a mi bebé. Estaba embarazada de 16 semanas pero su corazón se paró a los pocos días de la primera ecografía en la semana 12.
Ese fin de semana íbamos a decirselo a la familia pero al comenzar la semana fui al baño y casi me da infarto al ver un poco de sangre en mi ropa interior.
Mi novio trabaja en otra ciudad y le llamé llorando, fui a urgencias sola y me dieron la peor de las noticias.
Una amiga estuvo conmigo en el hospital, mi familia no sabía nada.
Estuve 4 días llorando, con los ojos hinchados de llorar y de no dormir, pero al quinto día estaba agotada de hacerlo. Me sentí mal al dejar de hacerlo, quería llorar y no puedo explicarlo pero no podía.
Fue un embarazo no deseado, la protección falló. Siempre he sido muy regular con el ciclo, inicialmente pensé que era un retraso pero dos semanas después decidi hacerme un test y positivo. Pero lo hice convencida de que sería negativo.
Estaba sola en casa, cogí el teléfono temblando para llamar a mi chico, casi no podía marcar con la pantalla táctil. Yo trabajo y estudio a la vez, aunque no era imprescindible esto último porque ya tengo otro título vinculado con mi trabajo actual.
El parto coincidía unas semanas después de exámenes y estaba claro que no me llamarían en una temporada de mi trabajo al ser contratos renovables, pero como él tenía un buen trabajo decidimos seguir adelante.
Sin embargo notaba que algo no iba bien, no tenía el ciclo pero tampoco síntomas de estar embarazada. Ni náuseas ni mareos ni nada. Lo único que me molestaba mi perfume favorito pero también notaba que algo no iba bien. No puedo explicarlo pero sentía que algo no iba bien.
Las analíticas y pruebas de la semana 12 eran normales, pero decidimos esperar antes de comunicarlo a la familia.
Nunca he estado muy unida a mis padres, y sabía lo que me dirían. Tampoco se me notaba nada, me había crecido un poco el pecho pero como ya tenía bastante de antes no era llamativo para terceros, y la barriga no me había crecido nada, pero al no estar extremadamente delgada y ser el vientre dónde tengo hinchazón continuamente podía no notarlo ni yo por eso.
Después de perder a nuestro hijo, mi pareja y yo seguímos con nuestro día a día. O eso creía. Si antes hablábabamos varias veces al día, desde entonces podíamos hablar 1 vez al día y después cada 2 y 3 días.
En semana santa no vino a verme a pesar de que me había prometido una semana juntos por sus vacaciones, se fue de viaje con un amig, y yo le eché en cara su actitud. Me había dejado sola, y al preguntarle porqué me contestó que estaba desagradable y borde con él. Era cierto pero porque parecía que a él no le importaba. Estaba ilusionado con el bebé, me había regalado ropa de bebé en reyes y hacía planes de futuro, sabía que quería a nuestro bebé y no comprendía su actitud desde que lo perdí, como de que nada había sucedido.
Le dejé.
Después de esto, descubrí otras secuelas del embarazo tras diversas pruebas y me hundí. A pesar de todo, él reaccionó y me sigue llamando diariamente para ver como estoy y darme ánimos.
He consultado a un psicólogo y dice que se lo cuente a mis padres, que la familia es la que da soporte en situaciones así, pero yo no quiero. Mi relación con ellos es mala y sé que lo sabrá toda la familia, amigos y conocidos si se lo digo, porque no han respetado nunca mi privacidad. Y siento que ese psicólogo no me escucha y quiere que haga lo que no quiero hacer,que es lo que él quiere que haga. He sentido que en ocasiones me trata de tonta e ignorante, como a una niña que quiere que le digan que hacer. Siento que me ayuda más hablar con mi expareja que con el psicólogo.
Pero también tanto mis padres como amigos ven que algo no está bien. En las comidas familiares del domingo no hablo mucho con ellos, ni con mis primos y tíos. O rehuyo de algunas amistades porque tienen hijos y me hacen sentir mal.
Mi expareja me pide otra oportunidad y volver a intentarlo, pero a mí un nuevo embarazo me hundiría.
También he abandonado los nuevos estudios, cuando me faltaban sólo dos meses para obtener el título. El profesorado insiste en que me presente a los exámenes pero no puedo, me he dado cuenta de que eso no me importa y la sensación de vacío me está consumiendo. No hay un día en que no piense en mi hijo, en la barriga que tendría hoy de haber seguido adelante, si daría patadas y su papá lo notaría...
Estoy más desanimada hoy que hace 4 meses, me levanto para ir a trabajar y ya pienso en volver a mi casa.
Alguna ha pasado por una situación similar?
Debería de contarlo a mis padres o no?
Es normal la reacción de mi chico tras una pérdida?
