Es una presentación que he recibido hoy y, hombre, con la musiquita y fotos resulta mejor. Pero el contenido me ha parecido muy bonito y me apetecía compartirlo con vosotras.
Quizás un poco largo...
Espero que os guste como a mi. O será que hoy estoy "tontita"...
SER MAMÁ
Estábamos sentados a la hora del almuerzo cuando mi hija casualmente mencionó que su marido y ella estaban pensando en formar una familia.
- Estamos haciendo una encuesta!, bromeó.¿Crees tú que deberíamos tener un bebé?
- Te va a cambiar la vida, dije yo, manteniendo un tono neutral...
- Ya se, dijo ella, no más dormir el fin de semana, no más vacaciones espontáneas...
Pero no era a eso a lo que yo me refería...
Miré a mi hija, tratando de decidir qué decirle. Quería contarle que las heridas físicas de tener un bebé sanarían, pero convertirse en madre le dejaría una herida emocional tan grande que la harían vulnerable para siempre.
Quería decirle que nunca más leería el diario sin preguntar: ¿Y si ese hubiera sido MI HIJO/A?. Que cada accidente de avión, cada casa incendiada, cada accidente de coche la van a perseguir. Que cuando vea una foto de un niño hambriento, se preguntará si no hay nada en la vida peor que ver a tu propio hijo morir.
Miré sus manos con manicura Y su impecable traje de dos piezas y pensé que, sin importar cuan sofisticada es ella, ser madre la reducirá al nivel más primitivo, donde lo más importante es proteger a su crío.
Que el llamado urgente de MAMÁ!!!! le hará quebrar su fuente de cristal más fino sin ni siquiera dudarlo.
Me gustaría advertirle que sin importar cuantos años haya invertido en su carrera, serán descarrilados por la maternidad.
Podrá contratar una niñera, pero algún día tendrá que acudir a una importante reunión, y recordará el dulce olor de su bebé.
Tendrá que endurecer su corazón para no volver corriendo a casa sólo para asegurarse de que está bien.
Quería decirle a mi hija que las decisiones comunes de cada día ya no serán rutina. Que la decisión de un niño de 5 años de ir al servicio de caballeros en MacDonald en vez de al de señoras será un problema gigante. Allí, en medio del jaleo de bandejas y gritos de otros niños, sus deseos de independencia e identidad de género chocarán con tu miedo de que algún daño le puedan hacer.
Cualquier decisión que tome en la oficina, la repensará constantemente como madre.
Mirando a mi atractiva hija pensé que, eventualmente perderá los kilos del embarazo, pero nunca más se sentirá consigo misma como antes.
Que su vida, ahora tan importante, pasará a un segundo plano una vez que su bebé haya nacido.
Ahora que ella daría su vida en un momento por salvar a su bebé, también comenzará a pedir por más años de vida, no para cumplir sus sueños, sino para ver los de su hijo cumplidos.
Quería decirle que la cicatriz de la cesárea y las estrías se convertirían en su medalla de honor.
La relación de mi hija y su marido cambiará, pero no de la manera que ella piensa... Ojalá ella entendiera cuánto más se puede amar a un hombre que es cuidadoso para poner la crema a su bebé o que siempre tiene tiempo para jugar con él.
Quiero que sepa que se volverá a enamorar de su marido por razones que ahora le parecerían muy poco románticas.
Quisiera que pudiera sentir el lazo que tendrá con otras mujeres que han tratado de detener guerras, de acabar ciertos prejuicios...
Quiero describirle a mi hija la felicidad que se siente al ver a tu hijo aprender a montar en bici. Quiero capturar para ella la risita divertida de un bebé cuando toca por primera vez el pelaje de un perrito o un gato.
Quiero traspasarle esa alegría!
La mirada interrogante de mi hija me hizo notar lágrimas en mis ojos.
- Nunca te arrepentirás, dije finalmente.
Me acerqué a ella, apreté sus manos y le deseé lo mejor, ya que había recibido el más maravilloso de los llamados...
Eso es todo.
Un abrazo.