chicas una pagina que he encontrado para las que estamos apunto, Lo principal es relajarse. Recuerda que si te pones nerviosa segregas adrenalina, y la adrenalina inhibe la producción natural de la oxitocina, la hormona principal para que el parto se desencadene.
Así que... ¿por qué no un fin de semana tranquilo, relajado, desestresado, en una casita rural (por ejemplo) con tu pareja? Es posible que el parto llegue al bajar la guardia. Reirte. Vete a ver una película de risa, relájate, aflojate y ríete de lo lindo... olvídate por un momento de todo y suéltate, desconecta, olvidate de tu. Camina, si puede ser por la montaña o terrenos irregulares. Caminar y bailar haciendo rotar las caderas puede ayudar a tu bebé a descender y encajarse, presionando así el cuello uterino y ayudando a su dilatación. Sino, también puede ayudar bajar escaleras de lado. Practica el sexo. Si... ya se que con la barrigota es un poco dificil, pero el esperma contiene prostaglandinas, una de las hormonas que utilizan en los hospitales para inducir el parto (Prepidil, Cervidil, Propress, por ejemplo). Disfruta tantas veces como quieras (o puedas) con tu pareja y déjale acabar en tu interior... Es importante que tengas un orgasmo, porque el orgasmo provoca contracciones en el útero. Nota: en caso de rotura de aguas y debido a la posibilidad de infección, no se recomienda la penetración, ni los tactos, ni las inmersiones en agua (aunque por supuesto te puedes dar una ducha). Dicen que darse un baño con Hierba Luisa caliente ayuda a iniciar el parto. Es decir hacer un par de ollas grandes de esa infusión y echarlas al agua de la bañera, estarse una media horita. (Nota: En caso de rotura de membranas no está aconsejada la inmersión). Hazte infusiones de frambuesa. Se recomienda como tónico uterino y algunas comadronas lo usan para ayudar en el parto. Para hacer té, vierte una taza de agua hirviendo en un recipiente que tenga dos cucharaditas de hojas de frambuesa y déjalo reposar unos 15 minutos. Puedes tomar entre dos y tres tazas diarias. Estimula tus pezones. Estimular los pezones segrega oxitocina, que es la hormona que desencadena el parto, entre otras cosas. Puede hacerse de forma manual, con paños calientes, con la succión humana o con un sacaleches, siendo ésta forma la más recomendable. Para reducir el riesgo de provocar contracciones demasiado fuertes, se comienza estimulando un solo pecho. Hay que parar la estimulación durante las contracciones. Si la estimulación de un pecho no produce contracciones, entonces hay que estimular ambos. Si la estimulación es manual, pueden ser necesarias tres sesiones de una hora cada día durante tres días consecutivos. Una buena taza de chocolate. Desde bebés somos golosos! El chocolate es excitante, como la cafeína, y en ocasiones una taza de chocolate estimula a nuestro bebé hasta el punto de animarlo a salir. Aceite de ricino. Es un purgante por excelencia, y parece ser que los espasmos que puede provocar en el estómago de alguna forma ayudan al útero a ponerse en funcionamiento, tiene la misma función que el enema. Cómo tomar aceite de ricino: 40 ml, sobre las 17h o así ( ha de ser que el efecto empiece con la noche). Al cabo de 4 horas no te podrás levantar del wc en bastante rato. Suele ser bastante efectivo, empiezas con contracciones muy intensas, pero es un poco molesto. Yo lo dejaría como ultimo remedio antes de que te induzcan el parto. Se toma con zumo de naranja para disimular su mal gusto. Acupuntura: Hay pequeños estudios que han probado la efectividad de la acupuntura para inducir el parto. Estimulación con TENS (estimulación nerviosa eléctrica transcutánea), es una técnica no invasiva e indolora. Masajéate la barriga con movimientos circulares (masaje, no caricias).Habla con tú bebé, anímale a salir, visualiza tu cuerpo, tu útero, anímale a que se abra.
RECUERDA: Inducir el parto cuando la madre no está lista para ello termina a menudo en cesárea. Un parto provocado es mucho más duro para el bebé que un parto natural por una sencilla razón: se necesitan contracciones más fuertes y duraderas para hacer que el parto comience y siga su curso que cuando el parto es espontáneo.