Os dejo esto, el otro dia vi un programa que hablaban de esto y a mi me parecio muyyyy interesante, ya he tirado los biberones de plastico y he comprado sin bisfenol A. Es muy fuerte, como pueden meter esto en los biberones que son para bebes.
Un beso.
El compuesto bisfenol-A (o BPA) es un producto químico que puede conllevar riesgos para la salud. Se emplea para la fabricación de muchísimos plásticos, latas de conserva Y los biberones suelen contener este elemento en el policarbonato con que la mayoría están fabricados.
A la hora de comprar un biberón, he seguido los consejos de mi matrón y he encontrado alguno que está libre de bisfenol-A. Ya hablamos en Bebés y más de las sospechas que recaían sobre este componente.
Cada vez más las nuevas investigaciones apuntan a que el BPA puede resultar cancerígeno y aportar alteraciones varias al organismo, desde obesidad a diabetes o problemas de fertilidad.
Es lo que se desprende de cada vez más estudios en todo el mundo que aportan datos sobre los riesgos de este componente. El peligro está en que cuando el biberón se calienta,el bisfenol-A desprende partículas que pasan al alimento, con lo cual penetran en el sistema digestivo. Si el biberón se usa para dar agua sin calentar, no habría problema.
Las investigaciones del doctor Ángel Nadal, director de la Unidad de Fisiología Celular y Nutrición del Instituto de Bioingeniería de la Universidad Miguel Hernández de Elche, que lleva 10 años estudiando los efectos del bisfenol-A, aportan datos acerca de los múyltiples riesgos del BPA.
Según las declaraciones del especialista en la revista XLSemanal, la exposición a niveles bajos de este componente en ratas y ratones,
puede perturbar hormonas del desarrollo, estimular la pubertad precoz, afectar a la fertilidad, aumentar el número de adipocitos (células de grasa), inducir alteraciones precancerosas en las células e incluso favorecer la aparición de problemas de conducta. Además, hemos comprobado que los mismos niveles de bisfenol-A detectados en la población americana pueden afectar a las células pancreáticas y ser factor de riesgo para desarrollar diabetes del tipo 2.
Por poner otro ejemplo, un equipo de científicos de la Universidad de Tufts (Boston), demostró que la exposición de ratas embarazadas a dosis bajas de BPA provoca la pubertad precoz de las crías. Además,
El tejido mamario de dichas crías mostraba alteraciones que sugerían mayor susceptibilidad frente al cáncer. Cuando expusimos a las crías a un agente carcinógeno, éstas manisfestaron más probabilidades de desarrollar tejido anormal o cáncer que las no expuestas al BPA en su periodo fetal o prenatal.
Claro, que la industria química intenta que no cunda el pánico y aporta datos diferentes para tranquilizar y que no se demonice al bisfenol-A, que se lleva utilizando desde hace 40 años. Ciertos sectores también señalan que no se puede extender los resultados obtenidos en ratas a los humanos.
Es triste que los intereses económicos puedan alejarnos de una realidad que puede ser peligrosa. Triste y habitual. Como siempre, habrá que esperar más investigaciones que confirmen estos peligros.
Yo, de momento, y ante la cada vez mayor repercusión y las evidencias de estos efectos negativos del BPA, me he decantado por un biberón que no lo contiene.
El cristal sigue siendo el material más químicamente inocuo, pero por contrapartida puede resultar más peligroso por su riesgo de rotura. Ya comentamos la tendencia hacia una vuelta a los biberones de cristal, pero con protectores.