Sólo me gustaria compartir mi experiéncia. Cuándo estaba embarazada y cuándo nació mi hijo tenía muchas dudas, por eso me gustaría contaros como me va la lactáncia.
Mi niño nació de cesarea programada en enero de este año (2014), porque venía de nalgas. Fué todo perfecto, me encantó la cesárea: el nació limpito, tranquilo, perfecto. El padre le hizo el piel con piel y hasta hoy me da las gracias por haberle "obligado" a ello. Fué lo más bonito que le ocurrió, me dice. La matrona me trajo el bebé y me enseñó como ponerlo en el pecho, aunque yo ya había leído el "Un regalo para toda la vida", que no me acuerdo el autor, pero por este libro sabía todo o casi todo sobre como colocar el bebé, cómo funciona la lactancia etc. Mi niño se tomó el calostro y al día siguiente noté que no me salía casi nada. Me dijeron que con la cesárea tarda más la subida de la leche. Me agobié, mi niño era grandote (3800g) y lloraba de hambre. Contrariando a todo lo que había leído, pedí un biberón y se lo di. El angelico se lo tragó desesperado y durmió 6 horas. Casi me da algo, me sentía mala madre, lloraba, y encima me preocupaba que no se despertaba. Y así fueran los dos días siguientes, le daba un poquito el pecho pero al final pedía un biberón y se quedaba tranquilo. Al final del tercer día decidí que bastaba, iba a resolverlo. Cogí a mi bebé y le dije al oído: "esta noche trabajaremos tú y yo, sin descanso. Es para tu bien: ayudale a mamá". Pasé la noche con el en la teta. Fueron más de 8 horas poniéndolo a mamar a cada ratito. Cuándo se quedaba dormido me iba al baño y estimulaba los pechos. Por la mañana en la toma ya tenía más leche y después de las comida fui al baño y noté mi pecho que explotaba. ME venía la leche. Y mucha. Tengo amigas que hicieron parto natural y les tardó 6 días. Yo al 4 día por la mañana tenía leche, con cesarea. Olé.
Ahora mi nene tiene poco menos de 6 meses. Durante estos meses, pasé muchos malos ratos. Hasta el mes y medio tenía grietas horribles, mis pezones en carne viva. No me puse pezonera ni tampoco me eché nada. Mejoré poco a poco la manera de ponerlo en el pecho y también le tuvimos que operar del frenillo lengual, que no le dejaba "engancharse" mucho. Mi niño es demasiado grande (está en el percentil 99), y come muchísimo. Además, a mi me viene la regla desde el 3er mes, y desde entonces noto que cuándo tengo la regla tengo menos leche. Sin hablar de los estirones por los que pasa el niño, que son mortales. Y sigo dando el pecho a demanda, pero mi la experiencia en el hospital me dejó claro una cosa: mi bebé no tiene porqué pasar hambre. Cuándo veo que no tengo leche le doy un bibi y me tiro un rato con el sacaleche. Si no tiene que salir leche no sale, punto. Pero sí estimulo el pecho, me valdrá para luego, seguirá produciendo.
Con 4 meses mi niño empezó a dormir 7 horas por la noche (antes se despertaba a cada 2 horas). Pero para compensar el tiempo que no comía por la noche, durante el día quería comer a cada hora, 40 minutos. Yo NO TENÍA LECHE. Era imposible. Diga lo que diga la Liga de la Lactancia o como se llame. Mi niño pasaba hambre. Entonces me di cuenta que si él se esperaba 2 horas enteras, yo sí ya tenía leche suficiente. Entonces empecé a darle el pecho a cada dos horas. Él se despierta, come, juega un poco, le hago dormir unos 30 minutos y entonces ya han cumplido las dos horas y él se despierta con hambre. Así son mis días. Mi niño ha vuelto a despertarse 3 veces por la noche para comer. Yo lo prefiero así, por que de esta manera tengo leche suficiente, sólo le tuve que acostumbrar a comer de dos en dos horas. Es muy cansado, pero para mí no hay nada más gratificante. Mi niño, con 5 meses y medio, pesa 10 kilos y tiene 70 centímetros. El pediatra dice que es enorme. Pero aunque fuera pequeñito, da igual, lo que importa es que etá sano, alegre, feliz. A veces se descontrola los horarios y quiere comer muy pronto, y no tengo leche. Entonces le doy un bibi, sin pena ninguna. A veces me viene la regla y me noto sin leche. Le doy un bibi sin culpa. A veces tengo un dia de mucho estrés y no tengo mucha leche. Le doy un bibi y se lo toma entero. Lo que quiero decir es que lo más importante para mí es que mi niño no pase hambre. Puedo estimular el pecho de otras maneras y de hecho me viene funcionando genial. Dar el pecho, para mí, es una de las cosas más bonitas y placenteras de mi vida. Mientras tenga leche quiero darle el pecho. Con el pecho damos no sólo la leche más completa que existe, sino que amor, cariño, protección, afectividad, confianza. Pero si no se puede dar el pecho por la razón que sea, hay que recordar siempre, siempre: se trata de alimentar a un bebe. Conozco a madres que por no darles un biberon dejan que sus niños adelgacen terriblemente, se pongan enfermos por mala alimentación, se vuelven tristes y llorosos... Así que chicas, no os volváis locas: dadles un bibi a vuestros bebés si tienen hambre, y sed felices, que el amor es lo único que importa.