Ya estoy aquí. Solita y con muchas cositas que hacer pero lo primero es lo primero, jejejeje, contaros todo. Ahí va:
El día 26 como estaba previsto, nos presentamos en la clínica para hacer la punción. Mi pobre marido estaba muy nervioso. Me dejó en la puerta de la clínica con el botecito y él se fue a aparcar el coche. Yo estaba tranquila, como quien va a hacerse una revisión. En la sala había una pareja que estaba esperando a la chica que le estaban haciendo la punción. Nos hicieron esperar un poquito mas de la cuenta, y mi marido el pobre..... uf, estaba atacado. Bueno, ya nos llamaron, pasamos al despacho del gine, y nos pregunta si nos hemos tomado el antibiótico, y si tenemos la muestra o la va a extraer allí, pero nada, los deberes los traíamos hechos.
Me vestí para la ocasión: bata verde, patucos verdes, gorro verde, y al quirófano. Allí me presentaron a mi fábrica de sueños, me preparó para sedarme y estuvimos haciendo bromas. Mi giencólogo de siempre, me decía: Jo Pilar, te dejo en manos de estos, y mira donde te traen. Jajajaja Me dormí. Llevaba un rato plácidamente dormida, cuando de repente me hicieron daño (me intentaron bajar el ovario derecho pero se resistió), me desperté y dije: Joer gordi, creo que me estás haciendo daño ¿eh? jajajaja Pobre gine. Me dijo, hay si perdona, perdona y me volví a dormir. Me desperté bien, estuve un buen rato tumbada y luego me sentaron. Mientras veía a la bióloga trabajar en el laboratorio. Me ayudaron a levantarme, me vestí y me encontré con mi marido en la consulta. El pobre, estaba pálido. Nos explicaron que habían sacado 8 ovulos, dos de ellos eran pequeños, pero que iban a ver si se podía hacer algo con ellos. Me llamarían el viernes a la tarde para ver como habían ido evolucionando.
Nos fuimos a casa, y mi marido me hizo meterme en la cama. Tenia molestias, pero bueno bien. A la noche me levanté un poco y me mareé, tuve que ir corriendo al baño para vomitar la anestesia. Me llevaron al sofá, pero como soy una valiente, mientras estaban en la cocina me levanté y me fui a hablar con mi cuñada, su amigo y mi marido. Allí otra vez me mareé y vomité. Bronca y a la cama. Jijjiiji
El jueves lo pasé tranquilita y de reposo, porque no me dejaban hacer nada. El viernes mi marido se fue a trabajar. Al mediodía vino para comer y quedarse conmigo. La tarde se hico un poco larga hasta que nos llamaron: De los ocho que sacaron, efectivamente dos no valían, eran pequeños, dos se habían parado y me quedaban 4. Uno de ellos era un poco pachuchillo, pero los otros tres eran preciosos. Bueno, para ser de un ovario solo, no estaban mal. Quedamos para ir el sábado a las 9:30 horas, para la transferencia. Fuimos como clavos, yo un poco doblada porque me dolía el ovario derecho, pero dispuesta a recibir a mis peques. Nos informaron que el cuarto, finalmente parecia que se había parado, pero que los otros tres eran de una excelente calidad Que si no había suerte, que no tirásemos la toalla (mi marido ya se mosqueó con la gine, jajaja, ¿Por qué nos tiene que decir eso? Bueno, txiki, hay que estar preparados para todo, le dije).
Otra vez me vestí para la ocasión, de verde, y al quirófano. Me los transfirieron, me dieron una copia de la eco donde se les veía diminutos y me dejaron tumbada 10 minutos. Cuando fui a buscar a mi marido a la sala de espera me dijo: ¿Ya? ¡¡Que rápido!! Me aconsejaron, reposo absoluto ese día y beber durante una semana Isostar, para evitar la hiperestimulación del ovario derecho. No hacer esfuerzos y tranquilidad. Y como sabéis, este viernes, beta.
He estado tranquila durante el tratamiento, durante la punción, pero ayer me entró el vértigo: uffffff, ¿saldrá bien? Ayssssss, solo siento unas pequeñas molestias de vez en cuando, y las tetis un poco hinchadas y los pezones mas gorditos, pero puede ser por la progesterona que me tengo que poner cada ocho horas. En fin, que solo queda cruzar los dedos y que alguno de mis peques se halla quedado conmigo.
Muchas gracias a todas por vuestra energía positiva. Besos.