Hola a todas:
¿Cómo van las cosas? Uno de los últimos correos que escribí fue el 23 de noviembre a las 9 de la noche, las contracciones eran tan fuertes que no me aclaraba con la manera de responder. Os preguntaba si eso era el parto, y parece que sí, asi era. Os cuento:
A partir d las 4 de la tarde comencé con contracciones nada regulares, a las 7 ya nos acercamos al hospital para que me dijeran como iba la cosa, y me mandaron de vuelta a casa porque sólo había borrado un 60% de cuello de útero. Así que parecía que iba para largo. A las 10 de la noche las contracciones eran ya cada 4 minutos, y en una de estas, plof: bolsa rota. La sensación es rarísima, no uve la impresión de romper una vez la bolsa, sino varias. Taxi, taxista nervioso por si le manchaba el coche, y yo muy precavida con mi toalla debajo del culete. Llegamos al hospital y comenzó el proceso, las contracciones cada 2 y 3 minutos. Me revidsaron y nos colocaron en una sala de 4 camas para dilatar. Estábamos sólos, gracias a Dios. Porque a partir de aquel momento las contracciones empezaron a subir de intensidad de manera que cuando me pusieron el monitor llegaban a 120, y ya sabeis que la escala es de 0 a 100. El dolor era espantoso. Gracias a la preparación al parto pude aguantar las siguientes 6 horas. Pero os podeis imaginar como terminé. Tan exhausta que la matrona de planta se asustó. Y al hacerme el tacto, ¡sólo llevaba 1 centímetro y medio! Imaginaos. Y así que ella decidió por su propia cuenta 'mentir' a la matrona de paritorio y decirle que ya había pasado los 2 centímetros y que me pusieran la epidural. Y ¡bendita epidural! yo no pensaba pedirla, pero os aseguro que gracias a que tenemos esta posibilidad!!!
No sé como aguanté sin moverme durante el pinchazo. Pero por fin el dolor se frenó y pude dormir ¡increíble! A las 6 de la mañana seguía con la misma dilatación y ya estaba un poco desesperada de que mi cuerpo no respondiera. Pero en las 4 horas siguientes dilaté de un tirón, y a paritorio. Lucía nació en 5 empujones, entre risas, os lo aseguro, alguien contó algo gracioso y en mitad de un pujo me puse a reir. Y con gran aundiencia, contábamos 15 personas entre estudiantes de medicina, enfermería y de matrona, además del resto de profesionales, claro. Pierdes el pudor.
Fue precioso, la niña es una preciosidad, y en seguida me la puse al pecho. Estuvo ¡1 hora mamando! Y comenzó a formarse un fino hilo entre nosotras dos que se va haciendo más grande cada día....y que me quita el sueño cada vez que tose o tiene una legaña.
No sé si es la mejor experiencia de mi vida, bueno, creo que sí. Nada tan bonito, tan emocionante, tan tierno...
Ahora me preocupa su peso, nació con 2725 y ahora está más baja, 2560. Ya sé que bajan de peso, pero yo ya tengo taquicardia, espero que comience a subir ese peso y sea una gordita nena feliz.
Muchos besos, Magen.