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Es posible que exista un mayor riesgo para los niños de mujeres con epilepsia que están tomando medicamentos para sus ataques. De 4 a 8% de mujeres con epilepsia tienen probabilidades de tener un hijo con un defecto (también llamado malformación congénita), comparado con un índice de 2 a 3% en la población en general. En general, parece haber un riesgo mayor si la mujer está tomando más de un medicamento para controlar los ataques, especialmente si las dosis son elevadas.
Pero también existen más riesgos para la madre y el bebé en desarrollo si no se controlan los ataques. La mayoría de las mujeres con epilepsia deben seguir tomando sus medicamentos y, cuando sea posible, tomar la dosis más baja que controle los ataques. Es importante trabajar con su equipo de atención médica para tomar las mejores decisiones respecto a los medicamentos durante el embarazo. Recuerde que nunca debe dejar de tomar su medicina ni cambiar la dosis sin la supervisión de su médico. Es importante recordar que aunque existe un riesgo mayor de que ocurran defectos de nacimiento, las mujeres con epilepsia que quedan embarazadas tienen más de un 90% de tener un bebé sano.
Las malformaciones congénitas mayores se producen más a menudo en bebés de mujeres con epilepsia que en otros bebés. Ejemplos son fisuras de los labios o paladar (porciones de la boca que no crecen juntas correctamente), anormalidades del corazón y problemas neurológicos como espina bífida (deformidades de la columna vertebral). Es probable que se necesite cirugía para corregir esas malformaciones, y aún con cirugía, es posible que no se pueda "solucionar" el problema completamente.
Hay otros problemas que pueden ocurrir y se consideran defectos menores: principalmente afectan la apariencia del bebé. Pueden incluir características faciales, tales como ojos muy separados o un labio superior muy corto, o pequeñas diferencias en la forma de las uñas y dedos. Estas anormalidades menores no causan ningún problema serio.
Algunas investigaciones han demostrado que los casos de niños con cabezas más pequeñas, demoras en el desarrollo y posible retardo mental son más frecuentes en mujeres con epilepsia que en la población general. Otros estudios no apoyan estos hallazgos. No se sabe si esas anormalidades están causadas por el trastorno de los ataques maternos, las drogas antiepilépticas que está tomando u otros factores no relacionados con la epilepsia.