Hola, fui mami embarazada de este foro y como me gustaban leer los post de los partos, aquí les dejo lo que le escribi a mi hijo:
El médico dijo "o intentamos un día más de inducción o ya hacemos una cesárea". Una mezcla de ansiedad por tenerte ya en mis brazos mezclada con el miedo de estar apurándote me recorría el cuerpo.
Si decidía una cesárea, en minutos te tendría conmigo, al fin, después de tantos días de esperarte, de soñarte, te veríamos la carita...
Eran las 18 y 30 y con papá decidimos que era el momento. Estabas vaguito y solito parece que no querías salir.
Enseguida vinieron a preparme para la cesárea y por primera vez sentí miedo. Tenía muchas ganas de llorar pero me aguantaba. Papito estaba ahí, mirándome mientras me preparaban para llevarme al block y esa mirada y el apoyo que tuve de él durante todo el día me contenían.
Se me calleron unas lagrimitas mientras esperaba entrar, esa mezcla de pánico y emoción por al fin tenerte parecían incontrolables, pero por suerte una vez más tu papi me agarraba de la mano y eso era suficiente para sentirme más tranquila.
Finalmente entré, al principio sola, a papá lo iban a llamar después para verte nacer.
Me sentaron para ponerme la anestecia raquídea-epidural y de nuevo sentí un poquito de miedo. No dolió. Enseguida dejé de sentir las piernas, pero traté de no pensar en eso, de no intentar moverme para no desesperarme.
Pregunté cuándo iban a dejar entrar al papi, me dijeron que primero iban a prepar todo y cuando estuvieran haciendo la cirujía lo hacían entrar.
Solo pasaron unos minutitos y ahí entró. Se sentó al lado mío. Fueron pocos minutos que estuvieron los médicos hasta que Ismael dijo, "Tiene una circular de cordón!" y le dijo a papá, "ahí sale, querés ver". "Puedo ver?" dijo papá, "sí claro" dijo el médico.
Y de repente sentí a papá maravillado que dijo "esto es increíble...". Yo no quería preguntar nada, solo quería verte ya y que me dijeran que todo estaba bien.
Enseguida te me pusieron al lado, para que te pudiera besar. Yo miré primero a papá, con lágrimas en los ojos y una emoción contenida y luego te miré. Y ya te amé. Lo primero que pensé es "qué boca grande tiene!" y "qué hermoso y perfecto es". "Es rubiesito" dijo la pediatra. Y yo comencé a darte besos, suavecitos, muchos, seguiditos, uno atrás de otro, como intentando decirte todo lo que sentía pero que solo las palabras salían con forma de besos. No podía dejar de besarte. Me asusté un poco porque te sentía catarrear y de repente lloraste... Y ahí no pude contenerme más y las lagrimitas lentamente comenzaron a caer. Nos miramos con papá y sin decirnos nada sabiamos que ya nos habiamos enamorado perdidamente de vos.