Mi parto en jarrio
Durante mi embarazo, he consultado en ocasiones este foro, porque creo que en ocasiones es de más ayuda conocer experiencias de personas en una situación como la tuya, que leer un manual o una guía. Por eso quería contaros mi parto en Jarrio.
He tenido un embarazo estupendo, y desde la semana 36 solamente me quejaba de despertarme cada dos horas por la noche, como un reloj, para ir al baño, y de poder ponerme nada más que un par de botas camperas, por la hinchazón de mis tobillos.
En mi semana 38 fui a monitores por primera vez. Me dijeron que no se había registrado ni una sola contracción. De hecho, lo único que notaba muy esporádicamente eran dolorcillos como de regla.
Durante esa semana comencé a expulsar el tapón mucoso. Me alegré mucho, aunque sabía que no implicaba que el parto fuese a ser inmediato. Los dos días siguientes, en ocasiones contadas tenía esos mismos dolorcillos durante un rato, repetidamente, y luego desaparecían.
La mañana del día 38+6 le dije a mi marido que esperaba que no me quedasen muchas noches como esa: me había despertado casi cada hora, y de vez en cuando seguía teniendo molestias, pero si me concentraba en ver si eran regulares, desaparecían y me dormía. Ese día teníamos monitores de nuevo. En el coche tuve lo que creía que podían ser contracciones, pero, al contrario de lo que había leído: cuando estés de parto, lo sabrás, en mi caso creí que eran solamente contracciones de preparación: no me parecían muy molestas.
Al llegar, me pusieron las correas de los monitores, y yo noté una contracción de esas. Bien, pensé, al haberla registrado el aparato, me dirán si es de verdad o no. La otra chica que estaba en monitores preguntó a la matrona (Mati, un encanto) si se le adelantaría el parto, y ella le respondió que solo un pequeño porcentaje de niños nacían antes de la semana 40 o 41, así que yo no me atreví a preguntar nada sobre mis contracciones-dolorcillos.
Cuando vinieron a ver mis registros, Mati me pidió permiso para hacerme un tacto. Por cierto, había leído que dolían, pero estoy convencida que depende de la suavidad de la persona que lo practique: no me enteré de nada. Y me dio una alegría: me dijo que estaba de 3 cm!!!!. Había leído que los 3 primeros cm eran los más costosos para una primeriza, qué alegría haberlos pasado! Entonces le pregunté si podía decírselo a mi marido, que estaba esperando fuera. Se rió, y me dijo: Mujer, si quieres parir en secreto, no se lo cuentes, pero si no, sal y díselo!
Salí encantada y le dije a mi marido que Mati iba a consultar con el ginecólogo, pero que igual nos quedábamos. Qué ilusión! Eran las 12 de la mañana. Pedimos salir a dar una vuelta (queríamos hacernos a la idea en privado), coger las bolsas del coche e ingresar a las 13 horas.
Cuando volvimos, a las 13 horas, yo ya había empezado a notar contracciones más molestas. Tenía que parar de hablar y de caminar mientras duraban, pero estaba encantada, y no puedo decir que doliesen mucho. Me exploraron de nuevo y estaba de 5 centímetros. Me conectaron de nuevo a los monitores. Estábamos hablando, animadísimos, sobre si llamar o no a la familia, cuando rompí aguas. Me dio la risa, y me alegré de no haber empapado el coche. Cuánta agua, madre mía. De hecho, al levantarme de la camilla me extrañó tener todavía tanta barriga después de haber perdido tanta agua!
Nos pasaron a una habitación cerca del paritorio, con un montón de aparatos para facilitar la dilatación: una mecedora, una pelota, una especie de cuerda con nudos para colgarse de ella... y nos dejaron solos. Sólo pude probar la mecedora un minuto: después de romper aguas las contracciones dolían mucho más, y la mejor manera de pasarlas era de pie, apoyada en la cama o en el respaldo de la mecedora. Otro tacto, estaba de 8 cm. La epidural pasó por mi cabeza: la pediré? Mi marido me dijo que tenía tiempo, hasta los 9 cm. Desde entonces no volví a acordarme de ella. Creo que las hormonas que producía mi cuerpo ya no me dejaban pensar con mucha claridad.
Me ayudaron a subirme a la cama para otra exploración, (estaba de 10 cm) y desde ese momento las contracciones eran ya muy muy intensas. De hecho, a pesar de que había leído que la posición de tumbada sobre la espalda era la peor, no me apetecía moverme, prefería aprovechar los pocos segundos de descanso entre contracciones sin moverme, respirando.
Me animaban a empujar cuando me apeteciese, y lo hacía, pero tenía dudas para saber cuándo tenía contracción y cuando no. Se lo dije a Mati y me dijo: ¿cómo que no, si ahora estás mirándome y hablándome y luego solo cierras los ojos y no puedes ni hablar? Es verdad, claro que sí, pero no podía saber cuándo empezaban o terminaban, era todo muy borroso, muy abstracto. No sé en qué momento empecé a gritar, pero me escuché a mí misma y pedí perdón por escandalizar. Me dijeron que tenía todo el derecho del mundo, que no me preocupase. También recuerdo que empujaba soplando, y que Mati me explicó que podía empujar sin soplar, que el bebé estaba descendiendo todavía y no había riesgo de desgarro. Lo hice (o intenté hacerlo) pero realmente no soplaba conscientemente, simplemente me salía así. Estaba tan ida que incluso en un momento que Visi, la auxiliar, me dijo que pensase en mi bebé, yo me sorprendí: por un momento me había olvidado de que iba a tener un bebé. No sé en qué momento, Mati dijo que nos íbamos al paritorio, que entre las dos me ayudaban a levantarme de la cama. Pensé que estaban locas, que no podría moverme, pero de nuevo tenían razón: pude. Apoyada en ellas, caminé hasta el paritorio. La silla de partos es muy ergonómica y se puede poner en muchas posiciones diferentes, pero yo ya no estaba para pensar: volví a ponerme semitumbada y les dije que no me moviesen más.
Seguía con mucho dolor, a veces Mati me decía que volviese a la tierra, que me concentrase en lo que hacía. Mi recuerdo más vivo es el de estar ida, drogada, y recuperar la consciencia a ratos. Cuando escuchaba el sonido del monitor preguntaba si el niño estaba bien. Me decían que sí. Mati me decía de vez en cuando: cuando puedas escucharme, hablamos. Yo esperaba a tener un momento de calma y le decía ahora. Entonces ella me daba instrucciones, como por ejemplo que usase las barras para para tirar de ellas, no para empujarlas, o que empujase o soplase, según si veía que había riesgo de desgarrarme o no, supongo. En un momento dado Mati me dijo que en la próxima contracción nacería el niño. Pero no fue así. (Más tarde me enteraría que venía con las dos manos en su cabecita) Entonces me desanimé y le dije a Mati que me cortase, que no iba a aguantar más contracciones tan fuertes. Pero menos mal que no me hizo caso. Tras dos o tres contracciones más (según mi marido, yo no sé cuántas, ni cuánto tiempo), nuestro niño nació. Habían pasado dos horas y veinte minutos desde que ingresé.
Inmediatamente me lo pusieron en el pecho. Es verdad lo que leí: todo el dolor desaparece de golpe. Se puso a llorar, pero se calló pronto. Mi marido y yo lo mirábamos embobados. La placenta salió enseguida (no me enteré) y cuando Mati me confirmó que no me pondría ningún punto, no me lo podía creer.
Entonces me dijeron que debíamos volver a la habitación. Me preguntaron si podría caminar y les dije que claro que sí (el camino de ida me costó mucho más que el de vuelta a la habitación, estaba pletórica). Pasaron a nuestro hijo al pecho de su padre y a mí me pusieron oxitocina. Nos dejaron solos de nuevo, más de una hora, para conocernos los tres. El niño se iba poniendo cada vez más rosado y hacía ruiditos. Qué gusto ver que respiraba y estaba tranquilo. Al cabo de una hora más o menos, volvió Mati. Le dijimos que estábamos encantados, yo le di las gracias por haberme vuelto a la tierra cuando perdía los papeles, y por no haberme hecho caso con la episiotomía. Y le preguntamos cuánto había pesado el niño. Nos dijo que estuviésemos tranquilos, que pesaría lo mismo ahora que dentro de dos horas, que ahora tocaba conocerse y relajarse. Es verdad, ni siquiera le habían pesado, nos lo habían dado directamente a nosotros, que es con quien tenía que estar. Habíamos oído hablar del método canguro, pero de verdad que no puedes hacerte idea de lo maravilloso que es hasta que lo vives: pedid que os den a vuestro hijo inmediatamente, es una experiencia inigualable.
Luego nos fuimos a nuestra habitación. Yo iba en la cama con el niño, y mi marido detrás con las bolsas, (y con la camisa totalmente abierta luciendo pectorales porque se había olvidado de abrocharla cuando me pasó al niño, así que por los pasillos todos le miraban hasta que se dio cuenta y la abotonó.) Se llevaron un momento al niño para pesarlo, darle la vitamina k y demás, y yo aproveché para ponerme mi propia ropa. Es una maravilla, sin puntos y sin restos de anestesia, me encuentro genial! Si me levantaba muy deprisa me mareaba un poco, y al toser, estornudar o reírme me dolía, pero de todos modos me reí mucho, estábamos los dos contentísimos. Desde luego, mucho mejor de lo que nos habíamos imaginado!
A las 48 horas nos dieron el alta. Nuestro niño estupendo, y yo feliz, pero con barriga de 4 meses y los tobillos todavía más hinchados que antes (parecía imposible pero sí). Él sigue estupendo, y yo, sólo una semana después, me di cuenta de que las botas me servían mucho mejor (de hecho las estiré tanto que ahora me quedan grandes) y que ya no me dolía nada de nada al reírme. Mi barriga va volviendo a su tamaño original, eso sí más lentamente, pero me preocupa poco, visto todo lo demás!!!
Ver también
Que maravilla!!!
he estado embobada leyendo tu parto..
felicidades a los papis
Gracias por compartir tu historia
Hola
Gracias por comparitr tu historia.
Yo tambien soy primeriza y me has transmitido mucha emoción y sensaciones varias.
Me ha hecho mucha gracia lo de los dolorcillos de regla, pues los tengo y no les he hecho mucho caso, a ver si
me va a pasar como a ti
Me gusta ver centros que respetan a la mujer sobretodo a la hora de su parto, sus deseos y sus sentimientos.
Que disfrutes mucho de tu chiquitín .....
Saludos
Maria
38+5
Q bonitooo
ufff me falta aun pero me encanta leer las experiencias de las nuevas mamis:X esto si q ha sido un parto maravilloso.
me imagino lo feliz q eres ahora con tu bb en casita y darle toda la atencion posible jeje...
un beso para los 2 y felicidades
Felicidades
Felicidades por tu bebe y por un parto tan bonito.Ojala todos los hospitales fueran tan respetuosos con el parto.Esos momentos con el niño piel con piel son mucho mas importantes que la prisa por pesarlos y todas las cosas que les suelen hacer en los hospitales"normales".
Enhorabuena y disfruta de tu peque!!!!
Enhorabuena!!!
por tu bebe y por tu parto que ha sido conmovedor y muy respetado, ahora ha disfrutar, ¿te diste cuenta que no existe momento mas feliz en la vida que el nacimiento de tu hijo? es inigualable y mas con un maravilloso parto como el tuyo, besos cuidate y cuida a tu pequeñin
Felicidades preciosa, por tu pequeño, me alegro que fuera tan bien y tan dulce el parto. Me conmovio tu relata, muchos besos Anuok cosita16+2
Gracias por leerme!
muchas gracias a todas por vuestras respuestas.
a mi me ayudó leer relatos en este foro, para saber qué esperar o qué exigir. de hecho, conocimos jarrio gracias a un foro. mucha suerte a todas las que esperais a vuestros bebés, y que no os separen!
Precioso
preciosooooooooo, muy bonito.BESITOS
Gracias por contarnos
tu parto, y felicidades por tu bebe. Besos y a disfrutar guapa.
Que buen parto
Yo espero tener uno asi....
te felicito por ser tan valiente.... y por tener tu peque contigo...
muchos besos
Romina + Ali
Felicidades!!!
Felicidades por tu bebé y por ese parto tan maravilloso.
Yo aún estoy de 14 semanas y el parto me tiene aterrorizada. Vivo cerca de Jarrio y estoy muy contenta con el trato que me dieron allí hasta ahora.
Me alegra saber de historias como la tuya... ayuda a relajarse...
Muchas gracias por tu historia.
Gracias por leerme!
muchas gracias a todas por vuestras respuestas.
a mi me ayudó leer relatos en este foro, para saber qué esperar o qué exigir. de hecho, conocimos jarrio gracias a un foro. mucha suerte a todas las que esperais a vuestros bebés, y que no os separen!
Enhorabuenaaa
y gracias por compartir esa experiencia tan bonita. Me alegra que eligieras esa posibilidad de parto, yo, si todo va bien, lo tendré en casa, pero es bueno que cada vez sean más los hospitales de ese tipo aquí en Asturias.
Gracias
Por compartir. Sé que el mensaje es antiguo, pero me has ayudado mucho. He llorado contigo durante todo el relato. Y es que vivo en Navia por cuestiones de trabajo y últimamente no hacen más que contarme cosas malas de los partos allí, tanto, que yo que siempre quise parto natural, me estaba pensando venirme a Oviedo a parir, aprovechando las vacaciones de Navidad (fecha de parto el 21 de diciembre!!!). Me gustaría saber si alguien más parió en Jarrio y tiene tan buen recuerdo. Estoy de 28 y algo nerviosilla ya. Qué bonito parto el tuyo, por dios!!! Gracias!!!!