- Un sistema de fe que desinforma sobre los anticonceptivos en más de medio planeta, donde la pobreza y la superpoblación son un círculo vicioso, no puede ser beneficioso para la Humanidad.
- Un sistema de fe que equipara, en cualquier caso, el aborto al asesinato, no podrá nunca favorecer las libertades individuales de las mujeres, a las que expresamente excluyen en su jerarquía y a las que les asigna el papel de sufridas pero amorosas madres.
- Un sistema de fe que te engulle y toma posesión de tu conciencia no puede ser nunca lo que más beneficie al individuo, salvo que este haga entrega al sistema de todo lo que, como ser humano consciente de serlo, le corresponde.
Así podría estar hasta mañana, pero creo que el mensaje queda claro.
La iglesia católica, que cuando le conviene se desvincula de la palabra de Jesucristo, se ha ido ganando a pulso el lugar en el que la historia la ha posicionado.
Cuando depositas tu conciencia en cualquier otro sistema de fe que no sea uno mismo, se corre el riesgo de perderla, porque ese sistema la utilizará para obtener sus fines, es decir, luchar contra esa posición de descrédito histórico, pretendiendo ganar parte de los feligreses perdidos mediante la captación piramidal de mujeres que, de una u otra forma, tomaron la decisión de interrumpir su embarazo desde otro sistema de fe que no fuera la "fe en ellas mismas".
Dicho esto, aceptar como única fe la que hay dentro de nosotros para cada uno de nosotros, nos hace dueños del curso de nuestra vida, y sin necesidad de penitencias ni destierros.
La decisión de interrumpir o no no un embarazo debe tomarse desde la fe en nosotros, desde nuestro fuero más interno, desde el convencimiento de que nuestros actos y sus consecuencias son controlados por nosotros y que son lo mejor para el curso de nuestra vida y para el bienestar de nuestra conciencia.
Cada decisión debe tomarse desde la individualidad, y no desde cualquier otro sistema de fe (religión, presión económico-social, convicciones políticas, etc).
La Iglesia no podrá detener el avance del individuo hacia un sistema de fe basado por cada individuo en sí mismo, que liga su conciencia con el mundo exterior mediante la cultura, la interculturalidad, la información y la formación del ser humano en libertad, es el único sistema de fe que jamás cuestiona ni nos hace sentir mal.
Otro sistema de fe desde el que es muy poco recomendable tomar la decisión de abortar o no, es el impuesto por el sistema económico de los paises del primer mundo. Tambien éste anula la posibilidad que cualquier mujer debería tener de tomar su decisión en libertad. Si una mujer está anteponiendo su trayectoria profesional, el destino de sus ingresos, la inclusión o no en una posición económico-social, etc a su maternidad, con seguridad también saldrá mal parada, porque esas necesidades ilimitadas nunca son cubiertas con completa satisfacción. El concepto de calidad de vida en este otro sistema dista mucho del que, como individuos maravillosamente únicos, realmente nos lleva a tener una vida plena.
La decisión de interrumpir o no un embarazo, estando inmersos en cualquiera de esos dos sistemas de fe, nos llevará a sufrir SPA y al posterior linchamiento de los que lo profesan.
Espero no haber ofendido a nadie. Como siempre, no es más que mi opinión.
Un saludo