Les copio una nota interesante que se publicó en un diario de Argentina:
La bióloga premiada
Ideó una técnica exitosa en reproducción asistida que aumenta del 14 al 59% las chances de embarazo.
En la asepsia de un laboratorio ensayó durante dos años y medio una nueva esperanza para las parejas con problemas reproductivos. Y acertó: creó una técnica que aumenta del 14 al 59% la tasa de embarazo cuando una pareja realiza una Fertilización in vitro (FIV) o una Micromanipulación (ICSI). Por este trabajo, Victoria Eyheremendy -bióloga egresada del CAECE (Centro de Altos Estudios en Ciencias Exactas)- acaba de ser premiada en el XII Congreso Argentino de Medicina Reproductiva. Su investigación tiene un título hermético "Co-Cultivo de embriones sobre células endometriales autólogas", pero no es difícil de explicar. "Se cultivan los embriones, logrados por una FIV o por una ICSI, sobre una capa de células del endometrio (tejido que tapiza la cavidad del útero) de la madre. Así se logran embriones con mayor capacidad de implantarse en el útero y aumenta la tasa de embarazo", explica la científica que trabaja desde hace 12 años en el Centro de Medicina Reproductiva Fertilab, que dirigen el doctor Jorge Blaquier y la licenciada Fernanda G.E. de Raffo.
¿Y cómo se obtienen las células del endometrio de la madre?
En el ciclo menstrual anterior al procedimiento de fertilización asistida, a los 7 días de ocurrida la ovulación, se toma una muestra del endometrio. Es un procedimiento simple que se realiza en el consultorio. Luego el laboratorio separa las células que componen este tejido, las cultiva 7 días para multiplicarlas y después las congela. En el ciclo menstrual siguiente, cuando la mujer está siendo inducida para el procedimiento de fertilización asistida, se descongelan las células del endometrio y sobre ellas crecen los embriones obtenidos. Los embriones permanecen allí 3 o 4 días hasta ser transferidos al útero .
¿El endometrio sería como una incubadora para los embriones?
Las células endometriales segregan factores de crecimiento para el embrión. Y con este cultivo se logra un ambiente parecido al medio natural. El detalle de crecer sobre las células del útero en lugar del plástico de una cápsula parece cambiar las características de los embriones y otorgarles mayor capacidad de implantarse.
¿Es una técnica nueva en la Argentina?
Sí, totalmente. Pero está basada en una investigación que hicieron en dos centros, en el Cornell Medical Center en Nueva York y en el Instituto Valenciano de Infertilidad de España. Yo empecé a poner la técnica a punto en el país a pedido del doctor Blaquier. Hice una combinación de cosas y la armé a mi manera. Ya la aplicamos en 35 pacientes con varios tratamientos frustrados.
¿Y más de la mitad, es decir el 59%, logró el embarazo?
Sí. La diferencia en la tasa de embarazo por paciente: 14% en los intentos previos (sin cultivo de endometrio) y 59% luego del co-cultivo, es significativa.
¿Costó conseguir pacientes para llevar adelante la investigación?
Sí, pero fue un trabajo en equipo. Los médicos de Fertilab empezaron a ofrecer la técnica a pacientes con fallas repetidas en procedimientos de fertilización asistida. Y algunas se animaron, el riesgo es cero. Lo único incómodo es pasar por la biopsia de endometrio.
¿Cuando probaba la técnica en algún momento se desmoralizó?
Cuando vi que el cultivo, después de congelarlo sobrevivía bien, supe que iba a funcionar. Y las tres primeras pacientes que probaron, se embarazaron y venían con historias complicadas.
¿Se acuerda de alguna historia en especial?
Sí. Una paciente se hizo cuatro fertilizaciones in vitro con una transferencia de embriones congelados en cada intento y no logró embarazarse. Estaba por tirar el guante. Nosotros la llamamos para ver si quería probar y se quedó embarazada así a los 41 años. Para mí es una fiesta cada vez que logramos un embarazo con esta técnica. Me da mucha felicidad.
Si quieren ver la nota entren en:
http://www.clarin.com/suplementos/mujer/2007/05/29-/m-01427628.htm